Que la batalla en Barcelona por el voto de clase trabajadora no soberanista se da especialmente en Nou Barris lo recuerda una carpa de Ciutadans plantada ante el mercado de la Guineueta justo antes de la llegada de Pedro Sánchez. La fotografía es bien elocuente de esta pugna, y los de Albert Rivera lo saben. Si las cámaras de prensa y televisión han cogido por casualidad un plano del líder socialista con la carpa de Ciutadans de fondo, habrá hecho el efecto esperado.

En las elecciones generales del 2011, el PSC ganó sobradamente en este distrito, pero la sombra de la victoria de Ada Colau en las municipales y del triunfo en las elecciones catalanas planea sobre los socialistas.

"¡No votéis a Ciudadanos!"

Dentro del recinto, donde la comitiva socialista ha entrado a pecho descubierto para escenificar el ritual electoral de los saludos, las microconversaciones, las fotografías de recuerdo y las caricias a bebés, un hombre mayor que se declara votante del PP, ha exclamado: "¡Si no sois del PP, votad a éste, que los otros [Ciudadanos] son unos embaucadores!".

Pero la cosa no ha quedado aquí. Incluso las naranjas de la frutería donde el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno ha posado ante de las cámaras con las dependientas han despertado bromitas: "¡Aquí el naranja no lo queremos ni en pintura!", ha afirmado un hombre que estaba desayunando en el bar del mercado. Antes de entrar, el dependiente de una perfumería, boliviano, le ha pedido plantar cara al PP, porque Ciudadanos "son otra derecha".

Ídolo femenino

Sánchez está cómodo entre público femenino. A cada paso le echan un piropo. Carme Chacón no se ha separado de su lado, pero todos los halagos se los ha llevado él. "Estoy enamorada de ti", ha dicho una mujer. Otra ha asegurado que se le ha roto la cámara del móvil al hacerle la foto, "de tan guapo" que considera al líder socialista. En una de los puestos, la dependienta, que había llamado a una amiga por teléfono para explicarle a quién tenían de visita, le pone el teléfono en la oreja, pero Sánchez la despacha enseguida saludando y pasando el aparato a Chacón.

También ha estado presente Miquel Iceta, que es a quien se le han enganchado todos los vecinos a quienes se les ha quedado corto el saludo de Sánchez y tenían ganas de charlar. Más de uno lo ha felicitado por el "puñetazo sobre la mesa" de las elecciones catalanas. Carmen Andrés, concejala en el Ajuntament, que conoce el barrio como la palma de la mano, les ha hecho de cicerone.

Los calzoncillos rojos

A la salida del mercado, más tenderos lo han invitado a entrar a su comercio. Las dependientas de una mercería le ofrecen unos calzoncillos rojos, del color del PSOE, pero Sánchez, hábilmente, rechaza lo que hubiera sido una de las fotografías de la campaña: "¡No la quiero, esta foto!", ha dicho.

Cuando se ha marchado, el tenderete de Ciutadans ya no estaba. Ya habían cumplido su misión. El domingo, Albert Rivera estará en el barrio, en la plaza mayor. Él invitará a chocolate con pastas.