El acto de entrega de la Creu de Sant Jordi de este año se ha celebrado con meses de retraso —habitualmente se concede en abril— porque el Govern se encontraba todavía intervenido por la aplicación del artículo 155 y se ha convertido en una reivindicación contra la represión y una homenaje a los presos y exiliados.

Entre los galardonados con esta distinción, destacan la Associació Catalana de Drets Civils, de familiares de los políticos presos y exiliados; cuando la ha recogido la esposa del conseller Josep Rull, Meritxell Lluís, el Palau de la Música se ha mantenido en pie al grito de "Libertad" durante largos segundos.

También han destacado entre los premiados Roger Español, que perdió la visión de un ojo en las cargas del referéndum del 1 de octubre, así como la monja Sor Lucía Caram, la ONG Proactiva Open Arms —cuando la ha recogido su responsable, Òscar Camps, se ha puesto en pie en todo el Palau—, el abogado e historiador Josep Cruanyes, la historiadora del arte Rosa Maria Malet y el escritor Jordi Sierra i Fabra.

Torra preside el acto

En la ceremonia, el president de la Generalitat, Quim Torra, que ha entregado las cruces a los 55 galardonados, ha proclamado que Catalunya "quiere ser libre" y que por eso habrá que andar "juntos". "Para acabar el trabajo hará falta prepararnos y evaluar muy bien los enormes sacrificios que habrá que hacer", ha vaticinado el president, antes dirigirse a todos los galardonados como "estímulo para tener conciencia de que el esfuerzo merece la pena si el anhelo es lo bastante alto".

El acto de entrega de las Creus de Sant Jordi ha contado con la presencia de todos los galardonados y una representación institucional encabezada por el mismo president; el presidente del Parlament, Roger Torrent; la consellera de Cultura, Laura Borràs, y varios miembros del Govern.

La ceremonia de entrega, que ha sido conducida por el periodista Toni Puntí y la actriz Estel Solé, ha contado con varias actuaciones musicales y lecturas de textos; Borja Penalba, Mireia Vives y Meritxell Gené han sido los músicos encargados de amenizar la ceremonia.

La consellera de Cultura, Laura Borràs, ha dado la bienvenida recordando el retraso con que este año se han otorgado las Creus de Sant Jordi (habitualmente se entregan en torno a Sant Jordi) debido a la aplicación del artículo 155 y la intervención del Govern. Una vez recuperada la "normalidad", ha señalado Borràs, el Govern no ha querido olvidar las distinciones y, además, ha escogido celebrar la entrega "en un entorno solemne" como el Palau de la Música Catalana, que ha acogido la ceremonia por primera vez.

"Nos hemos cargado de razones y ahora nos cargaremos de energía"

El president Torra ha abundado en esta situación excepcional y ha recordado, en primer lugar, la situación de los políticos catalanes presos y a los que se han marchado del país. Torra ha lanzado un mensaje de unidad y de continuidad del proyecto independentista. Y ha advertido: "Para acabar el trabajo tenemos que evaluar muy bien los enormes sacrificios que habrá que hacer, que ya se han hecho. Hacen falta esperanza y confianza, este país quiere ser libre (...), nos hemos cargado de razones y ahora nos cargaremos de energía para alcanzar el mandato democrático que tenemos y que solo podremos conseguir con un nuevo momento de apoderamiento popular".

En este sentido, y para ligar su discurso con el objeto de la convocatoria, Torra ha dicho a los galardonados con las Creus de Sant Jordi que su tarea y valores son "un estímulo para tener conciencia de que el esfuerzo merece la pena si el anhelo es lo bastante alto".

Antes de la intervención de Torra, el president en el exilio, Carles Puigdemont, ha saludado a los galardonados con un mensaje grabado en vídeo. Puigdemont ha destacado la "importancia" de las distinciones de este año. "Lo son porque explican la continuidad histórica de la Generalitat, que no ha sido interrumpida a pesar del 155", ha dicho.

Recuerdo al 1-O

En nombre de todas las entidades y personas galardonadas han intervenido la monja y activista Lucía Caram y el también activista y músico Roger Español, que resultó herido y perdió la visión de un ojo a causa de la intervención policial en el referéndum del 1 de octubre. Español se ha llevado, de hecho, una de las ovaciones más sonoras de la tarde al recoger su Creu de Sant Jordi. El músico ha dado por hecho que la suya "lleva el nombre de los 2 millones de personas que defendieron el referéndum del 1-O" y, por otra parte, ha aprovechado para exigir que las autoridades públicas (de aquí y del Estado) identifiquen debidamente los agentes antidisturbios "que envían a las manifestaciones".

Como Español, Lucía Caram también se ha referido a la situación de los políticos encarcelados y en el exilio, por los que ha pedido la libertad y su retorno "a casa". "En Catalunya todos sumamos", ha dicho. Caram ha agradecido el galardón en nombre de todos los premiados y ha apuntado que con distinciones como la que ha recibido Proactiva Open Arms el Govern demuestra que "Catalunya es diferente y no mira hacia otra parte".