Vox está sufriendo una crisis en Murcia: la formación se ha partido y ha dejado de tener grupo municipal en el Ayuntamiento de Cartagena, según ha informado la cadena SER. El partido había certificado la expulsión de su hasta ahora portavoz, Gonzalo Abad, lo que ha propiciado que la Junta de Portavoces haya acordado llevar al Pleno de hoy la reestructuración de la corporación en la localidad.

Abad estaba sometido a un expediente de expulsión desde el otoño, después de haberse negado a dejar el cargo de portavoz.

De esta manera, el edil, que no pretende renunciar a su acta, pasará a ser concejal no adscrito, una situación similar a la que ocurrió hace casi dos años con toda la bancada socialista, encabezada por la alcaldesa, Ana Belén Castejón.

Por otra parte, la otra concejala que tenía Vox en Cartagena, y que sí que quiere continuar como a militante del partido, Pilar García, se queda sola y no llega al mínimo para tener un grupo municipal propio, por lo tanto, pasará a encabezar el Grupo Mixto y será la única integrante.

El Ayuntamiento de Cartagena sigue contando con los grupos municipales de Movimiento Ciudadano de Cartagena, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos IU Verdes, aparte de los siete concejales no adscritos (los seis exsocialistas y Gonzalo Abad) y el nuevo Grupo Mixto.

Propuesta del PSC para aislar Vox en el Parlamento "cuando sea posible"

En Catalunya, durante toda la segunda mitad de la campaña electoral, el PSC fue la diana de las críticas de los partidos independentistas, que desconfiaban de su candidato y lo acusaban de estar dispuesto a aceptar los votos de Vox para llegar a la presidencia de la Generalitat. Los números, una vez pasados por las urnas, no le salen a Salvador Illa ni contando con la extrema derecha. Y sin embargo, tiene la intención de presentarse a la investidura. Los socialistas movieron ficha este miércoles enviando al resto de fuerzas políticas una propuesta de cordón sanitario que incorpora una excepción: "siempre que sea posible".

El documento plantea una estrategia compartida para "cerrar el paso a la extrema derecha a las posiciones institucionales del Parlamento". Se fija en múltiples escenarios, ahora bien, no dice nada sobre una votación de investidura. De hecho, la única manera que tendría Illa de no aceptar el apoyo de Vox sería no presentarse a la investidura.

Así, por ejemplo, la iniciativa expone la necesidad de que el resto de grupos parlamentarios coordinen el voto para evitar a que un diputado de Vox, que es la cuarta bastante política del Parlamento, pueda entrar a la Mesa o a la presidencia de otros espacios como pueden ser las comisiones parlamentarias.

 

Imagen principal, Gonzalo Abad / Ayuntamiento de Cartagena