Cuando parieron la Crida, Carles Puigdemont y Jordi Sànchez ya intentaron integrar a todos los partidos independentistas -ERC incluida- y no se salieron con la suya. Ahora, con el nuevo ciclo electoral a la vista, persisten en la idea, en esta ocasión, promoviendo una lista única soberanista para las generales del 28-A. Saben que el hito que plantean es imposible, pero se han propuesto no desistir hasta que no quede más margen.

La Crida ha detectado ahora una ventana de oportunidad en la fractura de los comunes. Y ya han iniciado los contactos con el espacio Soberanistas, la corriente crítica de los comunes que lideran Elisenda Alamany y Joan Josep Nuet. De hecho, el objetivo que fija la Crida para la candidatura unitaria, la defensa del derecho a decidir en Madrid, casaría con el planteamiento de Sobiranistes. Además de las conversaciones en este flanco, el secretario general, Toni Morral, ha explicado que, a pesar del no rotundo que ERC reitera día sí día también, hay negociaciones con los de Junqueras. Y también con la CUP y el PDeCAT. Una de las opciones, si no cuaja la lista unitaria, sería compartir puntos del programa.

"Sabemos que vamos contrarreloj y que nuestra propuesta va contra las inercias y las tendencias de los partidos", ha reconocido Morral. Por eso, la Crida pide la colaboración ciudadana "para que ayuden a presionar" por la candidatura unitaria. Para hacerlo, instan a adherirse al manifiesto que han hecho público este miércoles y que apuesta por "la organización de una candidatura unitaria, transversal y sin partidismo que represente, en el seno del Congreso de los Diputados y del Senado españoles, el interés nacional de Catalunya de celebrar un referéndum de autodeterminación pactado con el estado español y reconocido por la comunidad internacional".

Las conversaciones con el PDeCAT y los posibles candidatos

Siendo realistas, la única vía que parece que a pesar de las turbulencias puede dar frutos es una alianza de la Crida con el PDeCAT. David Bonvehí explicó este lunes que su partido apuesta por las siglas Junts per Catalunya de cara a las tres elecciones que vienen: las municipales, las europeas y las generales.

JxCat es sólo una marca electoral, que aglutina el PDeCAT y un grueso importante de independientes -los que han acabado fundando la Crida. Fuentes conocedoras de las negociaciones entre estas dos familias explican que ha habido contactos entre Bonvehí y Puigdemont y que la idea es que haya coherencia y concordancia entre las tres candidaturas de las tres elecciones. Donde la cosa está más adelantada está en los ayuntamientos. Está pendiente, sin embargo, la oficialización de Elsa Artadi como dos de Joaquim Forn en la lista de Barcelona. Y las mismas fuentes reconocen que una de las razones por las cuales el anuncio se está aplazando es porque se espera a cerrar el acuerdo también para el Parlamento Europeo y el Congreso. El otro motivo es la declaración de los encausados en el Tribunal Supremo.

Una fórmula que, a priori, satisfaría todas las partes es colocar a los presos al frente. Repetir lo que se ha hecho con Forn, con Turull y Rull. Otros nombres que figuran en las quinielas|travesías|traviesas internas son Jaume Alonso Cuevillas para las europeas y Eduard Pujol o Míriam Nogueras para las generales.

Sea como sea, el acuerdo al cual se llegue, si se llega, se someterá a votación de los asociados de la Crida.

Se tendrán que apresurar, porque sólo tienen un mes de margen para presentar las listas a la Junta Electoral. La próxima semana podríamos tener noticias.