Primeras reacciones de los presidentes autonómicos a la decisión del gobierno de Pedro Sánchez sobre fortalecer el confinamiento. En rueda de prensa, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha avisado de que "no aceptarán presiones" de ningún tipo ni procedentes de ningún lado. Pues bien, las primeras las encuentra en su propio partido. El presidente socialista del País Valencià, Ximo Puig, ha exigido "adaptar los sistemas productivos y la economía valenciana en esta nueva medida" de cierre de toda la actividad productiva, excepto aquella que no se considere esencial.

Puig defiende que "es muy difícil distinguir aquello que es esencial ya que en toda la cadena de productos siempre hay algunos suministros necesarios por seguir produciendo". Y ha estado claro en el ejemplo: "Hay industrias que no pueden parar de un día para otro como la cerámica, se tiene que buscar una flexibilidad exigente con un horizonte en que esté la menor actividad posible".

Por otra parte, el presidente valenciano reitera uno de los graves problemas que sufren todas las comunidades autónomas: "La falta de liquidesa no puede dar respuesta al tejido de las PYMES y tenemos que podar pagar a los trabajadores". Por eso pide que se activen planes por aquellas menos financiadas. Y sobre la situación de las UCI en el País Valencià, Puig ha negado que esté entre las seis comunidades con su límite de capacidad saturado.