El presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha relativizado a los más de 10.900 muertos que ya se han registrado en las residencias sólo de las tres comunidades autónomas que han proporcionado los datos: Madrid, Catalunya y Castilla y León, en este orden, de mayor a menor. En una entrevista en Cuatro, García-Page ha declarado: "El problema no está en las residencias, no nos engañemos. En las residencias no están las personas válidas que pueden bailar o que cantan por la noche. En las residencias es donde está la gente que está muy malita".

Y sentencia: "Por la propia ley de dependencia española, las residencias acogen a gente que prácticamente no se puede mover, que tiene más de 90 años y son grandes dependientes. Por lo tanto estamos hablando de gente que en casos normales con una gripe normal ya hubieran muerto".

García-Page no ha estado lejos de la polémica desde el inicio de esta pandemia. El pasado 11 de marzo, días antes del Decreto del Estado de Alarma, avisó de que nadie se cogiera el coronavirus "para hacer fiesta" y dejar de trabajar. Posteriormente, en los últimos días, ha cambiado el discurso y pide reforzar las medidas del confinamiento.