Si el presidente Pedro Sánchez presume de todo lo que han hecho para proteger a los más vulnerables, el vicepresidente Pablo Iglesias es el encargado de poner la nota de humildad en la crisis del coronavirus. Durante la sesión de control de este miércoles, la primera en dos meses, el dirigente del Gobierno ha admitido que "probablemente" no han hecho lo suficiente y que todavía hay mucha parte de la población que está desprotegida, "donde no llegan las ayudas". Ha adelantado que "habrá que hacer más cosas" y que habrá que hacerlas "mejor".

Ha sido en respuesta al jefe de filas de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien le ha reprochado que haya muchos sectores de la población desamparados. Ha puesto el ejemplo de la "prohibición de despidos" que no era tal, del ingreso mínimo vital que no llega o del retraso en la moratoria para los autónomos. Y ha puesto el foco en un hecho: los padres que se ven "obligados" a ir a trabajar sin tener dónde dejar a sus hijos. Ha reclamado una prestación extraordinaria para que no tengan que escoger "entre contagio y abandono". Ha vuelto a lamentar el levantamiento del confinamiento total: "Podemos ir en metro a trabajar pero no podemos enterrar a los nuestros".

Iglesias ha hecho un ejercicio de autocrítica. "Si me pregunta si es suficiente, le responderé que probablemente no y que habrá que hacer más cosas", ha respondido el vicepresidente segundo del Gobierno. Y ha añadido en esta línea: "Si me pregunta si se tendrán que tomar medidas, le responderé que seguramente sí y que seguramente lo podemos hacer mejor".

A pesar de todo, Pablo Iglesias ha subrayado que ha cambiado el paradigma respecto de la crisis de 2008. Entonces se rescató a la banca y hoy "este gobierno ha hecho la mayor movilización para rescatar a la gente". También ha destacado la prohibición de cortar los suministros, la prohibición de desahucios, las ayudas a los inquilinos o la moratoria hipotecaria.

 

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