El president Quim Torra ya ha avisado de que no dará apoyo al estado de alarma si no se recuperan las competencias para Catalunya en la gestión del coronavirus. Tampoco lo votarán otros presidentes autonómicos escuchándoles después de reunirse por octava vez en el encuentro periódico con el presidente a Pedro Sánchez desde el estallido de la pandemia.

El último en avisar ha sido el presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo: "No podemos validar el plan del gobierno español porque es confuso e incompleto, se está dando un uso desproporcionado del estado de alarma".

Desde el País Vasco, su presidente, Íñigo Urkullu, también tiene el buche lleno: "Solicito que reformulemos el modelo de gestión de esta crisis y también la aplicación de la legislación de excepcionalidad". El PNV considera esencial recuperar "la legalidad ordinaria" para recuperar la normalidad y hacerlo de forma más "democrática y eficaz".

El lehendakari no ha sido el único. Los principales barones|varones del PP, como hemos visto con Feijóo, recriminan el estado de alarma por diferentes motivos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, avisa de la crisis económica: "Si Madrid llega al millón de parados pueden haber disturbios". Más allá de la crisis económica también alerta de otra sobre seguridad, social y "de orden público". Ayuso recuerda la tasa de paro del 19% que la misma vicepresidenta española, Nadia Calviño, ha anunciado este fin de semana.

Sin citar textualmente el estado de alarma, los presidentes socialistas autonómicos también han exigido cambios en la propuesta de desconfinamiento que plantea el gobierno central de Pedro Sánchez. Desde las Islas Baleares, su presidenta Francina Armengol, considera que la medida de inyección de 16.000 millones de euros a las comunidades es insuficiente: "Este fondo es uno pasa adelante que da respuesta a la demanda de Baleares. Pero el reparto se tiene que hacer en función del impacto económico y social. Nos costará más recuperarnos y necesitamos más recursos que otras comunidades. Más sacrificio, más ayuda".

El tema de la liquidez preocupa a las principales comunidades. El presidente popular de Andalucía, Juanma Moreno, también ha lamentado que se anuncien ayudas cuando todavía no se han cobrado las pactadas antes de la pandemia. Desde Extremadura, otro socialista, el presidente Guillermo Fernández Vara avisa a Sánchez: "Es el momento de pensar en la recuperación económica y que el reparto de la carga sea distribuido y proporcional en las fortalezas que cada uno tiene".

Vara también avisa de variaciones en la desescalada en determinadas regiones y aspectos de los extremeños. Por ejemplo, que el pequeño comercio y la hostelería abran hasta el 50% de su capacidad y que los pueblos pequeños con menos casos de coronavirus "puedan avanzar de forma más rápida".