Cayetana Álvarez de Toledo siempre ha sido un verso libre, y con el coronavirus no ha sido menos. A pesar del estado de alarma decretado, y el llamamiento a cumplir el confinamiento que hacen responsables políticos de todos los partidos, la portavoz parlamentaria del PP ha hecho caso omiso a la petición de teletrabajo del propio Congreso de los Diputados. Este lunes ha asistido presencialmente a las instalaciones de la cámara baja, según han confirmado fuentes populares a ElNacional.cat. Lo ha hecho acompañada de su jefe de gabinete, Alfredo Timermans.

Álvarez de Toledo ha ido al Congreso de los Diputados aunque el jueves pasado la Junta de Portavoces del Congreso acordó la suspensión, durante quince días, de la actividad parlamentaria por la crisis del coronavirus. Según fuentes del PP, ha ido "un rato" y el miércoles volverá, para la comparecencia de Sánchez. Varios miembros de la cámara, como las ministras Irene Montero y Carolina Darías, la vicepresidenta de la cámara Ana Pastor o los diputados de Vox Santiago Abascal, Javier Ortega Smith y Macarena Olona dieron positivo en los respectivos tests a los que se sometieron.

El acuerdo del Congreso de los Diputados establecía que los diputados trabajarían a distancia, a través del teletrabajo, siempre que fuera posible. Sólo había previsto un pleno, para el próximo 24 de marzo, donde sólo está previsto que asistan a los diputados que intervienen en la sesión. El resto seguirá el pleno de forma telemática.

La semana pasada Álvarez de Toledo ya se expresó en contra, asegurando que era "impensable, inasumible e inaceptable" porque "los parlamentos no se cierran ni en una guerra". En una rueda de prensa la semana pasada defendió: "En un momento excepcional los diputados tenemos que ejercer con más motivo nuestra labor de oposición y control al gobierno".

 

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