El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha considerado que la cifra de mascarillas que el Estado ha enviado a Catalunya es "una broma de mal gusto", horas después de que el titular de Interior, Miquel Buch, asegurara que con las 1.714.000 unidades el Gobierno "se ríe en la cara de los catalanes".

Para Calvet, "alguien se tendría que haber dado cuenta de que es una cifra caprichosa y, por lo tanto, se tendría que haber "rectificado". De todos modos, el día antes de que se empiecen a repartir en los accesos del transporte público de Catalunya el conseller de Territori ha avisado de que "se necesitarán muchas más".

En declaraciones en TV3, el conseller también ha lamentado que el Gobierno haya levantado el confinamiento total y ha remarcado que eso no se tendría que haber hecho sin tener antes un plan de diagnosis con tests masivos a toda la población para saber cuántos contagios hay. "Todo lo que no pase por un plan de diagnosis claro y un desconfinamiento gradual es precipitado", ha insistido.

A pesar de las discrepancias con el ejecutivo español, Calvet ha remarcado que el Gobierno gobierna y, por lo tanto, ha planteado "varias medidas" para hacer frente a la situación y que los trabajadores puedan hacer el retorno a la actividad "con las máximas condiciones de seguridad posibles".