El coordinador general de Convergència, Josep Rull, ha asegurado que en un plazo de cuatro o cinco meses se convocará el congreso para la “disolución” de CDC que permitirá que esta formación se integre en un nuevo partido político, que se tendrá que crear en paralelo.

Rull ha explicado esta hoja de ruta al día siguiente de que el presidente del partido, Artur Mas, anunciara la voluntad de crear una nueva formación política que ocupará el espacio que históricamente ha encarnado CDC y que tendría que aglutinar gente del mundo liberal, socialcristiano y socialdemócrata.

No se llamará Democràcia i Llibertat

Pocos detalles ha adelantado el coordinador general sobre cómo se hará todo. Lo único que sí ha admitido es que la nueva formación no se llamará Democràcia i Llibertat, que es el nombre de la candidatura con que concurre CDC a las elecciones generales del 20D y que, según explicó Mas el domingo, será la semilla del nuevo partido.

La voluntad de Convergència es establecer a partir de ahora con claridad qué “situación transitoria” tendrá que asumir la actual CDC. Se trata de garantizar que no haya ningún espacio vacío entre que se crea una formación y se haya disuelto la otra y conseguir un “mandato claro” de los órganos de la formación para sacar adelante el proceso que tendrá que llevar a la reducción de CDC a la “mínima expresión”.

Todo ellos, según Rull, para aglutinar un espacio “moderado y de orden” dentro del cual también se tendrán que disolver el resto de formaciones que quieran formar parte. No se sabe exactamente cuándo empezará a caminar el nuevo partido, pero Rull ha apuntado fecha de caducidad: de “20 o 30 años”.

Demòcrates se desmarca

De momento, sin embargo, el anuncio de Mas sobre la creación de un nuevo partido no ha caído demasiado bien en las filas de Demòcrates de Catalunya -ex miembros de Unió y socios de CDC en la candidatura al Congreso-.

Esta formación ha hecho pública una nota donde recuerda que la candidatura Democràcia i Llibertat es un instrumento "excepcional y puntual" construido para hacer frente a las elecciones del 20 de diciembre; subraya que la voluntad de Demòcrates de Catalunya, que nació el 7 de noviembre pasado, es contribuir a la construcción de un nuevo Estado a partir de la unidad social y política pero desde la soberanía de cada uno de los partidos; y puntualiza que el anuncio de Mas sobre la creación de una nueva formación se circunscribe al proceso de refundación de CDC.

Por otra parte, el comité ejecutivo nacional de Convergència ha analizado en su reunión de hoy las conversaciones de Junts pel Sí con la CUP para la investidura del president de la Generalitat y las condiciones impuestas por el Gobierno español para el FLA.

Escaso optimismo

En relación a las negociaciones, Rull ha asegurado que la dirección de CDC se ha “compactado” para apoyar a los negociadores con el objetivo de conseguir un acuerdo para la investidura antes de que empiece la campaña de las elecciones generales. “Hay margen de maniobra”, asegura aunque en la cúpula convergente existe escepticismo sobre la posibilidad de que se cierre un acuerdo antes del comienzo de la campaña. De hecho, Rull ha recordado una vez más que el plazo para la consecución de un acuerdo no se agota hasta el 9 de enero.

El FLA humilla a los ciudadanos

Por lo que respecta al FLA, Rull ha reprochado que las condiciones que impone el Ministerio de Hacienda en Catalunya son la prueba de que hace falta “salir del Estado español”. “No humilla al Gobierno catalán, ni a los partidos, sino a la ciudadanía de Catalunya, sometiéndola a condiciones que afectan su día a día concreto”, ha reprochado.

En las próximas horas, el Govern hará pública su respuesta a la decisión del Consejo de Ministros en relación con el FLA.