El presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), el controvertido Josep Ramon Bosch, ha renunciado a la presidencia de la entidad unionista y ha convocado una asamblea extraordinaria de socios el 26 de junio en la que formalizará su dimisión y se elegirá una nueva junta directiva.

Lo ha anunciado este miércoles en rueda de prensa, en la que ha afirmado que deja la entidad porque considera que ha cumplido el "encargo" que recibió cuando fue elegido presidente en enero, en la que ha sido su segunda etapa al frente de la entidad después de liderarla entre 2014 y 2016.

Bosch ha dado por cerrada la crisis interna de SCC que se produjo a finales del año pasado, cuando su presidente, José Rosiñol, fue destituido de manera fulminante juntamente a tres miembros de su dirección, Ferran Brunet, Míriam Tey y Sixto Cadenas, por presuntas irregularidades económicas.

Bosch ya presidió la plataforma los años 2014 y 2015, pero tuvo que dimitir en una situación convulsa. El grupo Drets presentó una querella contra él acusándolo de ser el autor de insultos y difamaciones contra personalidades vinculadas al independentismo, desde un perfil anónimo de Facebook, con el sobrenombre de Fèlix de Sant Serni Tavèrnoles. Entre los insultados estaban Artur Mas, Pilar Rahola, Hilari Raguer, Santi Vidal, David Fernàndez y Arcadi Oliveras. Además, la misma entidad unionista admitió que Bosch había participado en al menos un acto de exaltación franquista, aunque con el argumento que sólo fue para hacer compañía a su padre, simpatizante del régimen fascista español.

El todavía presidente ha explicado que en la asamblea del 26 de junio se presentará una reforma de los estatutos y dos auditorías internas que demuestran que no se ha producido "ni malversación ni irregularidades" en la gestión de la entidad.