Ada Colau es la ganadora real de la consulta que preguntaba a los militantes de Podemos si se dan las condiciones para integrarse en Un País en Comú, el nuevo partido que promueve la alcaldesa de Barcelona. Colau ha ganado por incomparecencia de la miltancia de Podemos: menos del 10% votó en la consulta, promovida por el mismísimo secretario general en Catalunya, Albano-Dante Fachin.

En la votación ha ganado la opción que patrocinaba Fachin: que todavía no se dan las condiciones para fusionarse en Un País en Comú. Es una victoria menos que pírrica porque, por si fuera poco, la baja participación podría obligar a anular la votación, según la normativa interna del partido.

La promotora del nuevo partido, Ada Colau, puede marcar una muesca en su cinturón. Con el prestigio ganado a costa de Fachin, la lideresa de los comunes gana peso para convencer a ICV y EUiA de las ventajas de la integración. Ambos partidos poscomunistas son dos huesos más duros de roer. Esa partida no será tan fácil.

En la consulta de Podemos han participado 3.901 de los 52.000 inscritos oficiales, de los que unos 30.000 son activos, es decir, que han participado en sus actividades en los últimos meses.

Batacazo para Iglesias

Estos resultados también son un batacazo para el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el patrocinador de Fachin. La pobre participación pone en cuestión la estrategia del líder podemita en Catalunya de resistirse a diluir el partido de Pablo Iglesias en el nuevo "sujeto político", como se llama a la cosa en el argot de la confluencia de izquierdas.

Fachin se resiste a integrarse en el nuevo partido porque sospecha que acabará con la desapareción de Podemos en Catalunya. Sus condiciones para integrarse son: listas abiertas con un sistema proporcional para elegir los órganos de dirección; que los inscritos de Podemos puedan votar directamente en su web sin necesidad de inscribirse previamente en la de Un País en Comú y concretar el código ético del nuevo partido.

Fachin considera que sus reivindicaciones no han sido aceptadas por el resto de formaciones de la confluencia (Barcelona en Comú, ICV y EUiA).

Convencer al resto

El líder podemita no sólo buscaba apoyo a su posición, sino también una amplia participación que le otorgara autoridad en el pulso que mantiene con el resto de las fuerzas de la confluencia para construir el nuevo espacio político de los comunes.

La consulta, que empezó el jueves pasado y acabó este sábado a medianoche, preguntaba si las mencionadas exigencias de la dirección de Podem son imprescindibles o no para integrarse en el nuevo partido.

Varias fuentes han explicado a Efe que para que el resultado de una consulta interna en Podem tenga plena legitimidad, la participación debe estar muy por encima del 10%, cosa que no se ha producido en esta ocasión.

El precedente más próximo es la votación del congreso estatal de Podemos, llamado Vistalegre II, en que unos 15.000 inscritos participaron en la asamblea, proporción muy alejada de los militantes que han respondido al llamamiento de Fachin.

El líder de Podemos había basado toda su estrategia negociadora con el resto de formaciones de la confluencia, sobre todo por lo que toca a la participación en los órganos de dirección, en el gran número de inscritos en su partido, por lo que la baja participación puede debilitar su posición.

Habrá que ver las consecuencias de este proceso en los pasos que desde este lunes seguirá la dirección de Podem, pero también habrá que mirar al sector crítico del partido, que lidera la diputada Jèssica Albiach. Esta facción se había opuesto a la consulta y defiende sin fisuras confluir con el nuevo partido de los comunes.