La junta de portavoces del Congreso de los Diputados ha fijado para el próximo martes 12 de diciembre la celebración de la toma en consideración de la ley de amnistía, con su tramitación por la vía de urgencia. Es decir, el primer debate que tendrá el hemiciclo en torno a la ley de reparación por la persecución judicial a independentistas. El Congreso tenía este martes el deber de fijar la fecha del primer debate de la proposición de ley de amnistía, así como la creación de las tres comisiones de investigación que los socialistas acordaron el pasado agosto con Junts per Catalunya y Esquerra Republicana a cambio de que Francina Armengol presidiera la cámara baja. La junta de portavoces ha acordado también, pues, que el 14 de diciembre se vote si en la cámara baja se celebran las comisiones de investigación sobre los atentados de 2017 en Barcelona y Cambrils, la de la Operación Catalunya y la de espionaje al independentismo a través de Pegasus.

Sería una sorpresa que la ley de amnistía no hiciera su primer paso en dirección favorable la próxima semana. Todo indica que recibirá la luz verde de la Cámara Baja con todos los apoyos que invistieron a Pedro Sánchez el pasado mes de noviembre, excepto el voto afirmativo de Coalición Canaria. Esta formación siempre se ha mostrado contraria a la norma, pero ha defendido siempre su pragmatismo en Madrid, para negociar con el PSOE el cumplimiento de la agenda canaria.

Así pues, todas las quinielas marcan que 178 diputados votarán el día 12 de diciembre a favor de empezar la tramitación por la vía de urgencia de la ley de amnistía: PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG. Se prevé que esta misma mayoría se repita cuando se tenga que aprobar el nacimiento de las comisiones de investigación exigidas por el independentismo.

Una vez la proposición de la ley de amnistía reciba su primera luz verde, continuará su camino parlamentario por la vía de urgencia: las formaciones tendrán una semana para presentar enmiendas y entonces el Pleno se volverá a reunir para, previsiblemente, tumbar las enmiendas a la totalidad de PP, Vox y UPN. Entonces la ley se debatirá en comisión, donde se abordarán las enmiendas que introducen pinceladas al texto original. Y entonces se debatiría de nuevo en el Pleno.

Con esta luz verde, el texto viajaría al Senado. Allí el PP haría filibusterismo parlamentario: los populares modificaron el reglamento de la Cámara Alta para poder tener la ley de amnistía en la nevera durante dos meses. Una vez rechazada en el Senado, la ley volvería al Congreso, y en un Pleno se aprobaría ya de forma definitiva en la Cámara Baja, para aparecer al BOE al cabo de unos días.