Las bases de Esquerra Republicana cierran filas con la estrategia de su partido para alcanzar el derecho a la autodeterminación. Hasta el 96,7% de los participantes en el 29.º Congreso Nacional de ERC, celebrado en la Fira de Lleida, ha avalado la ponencia política. En total, 632 votos a favor, siete en contra y catorce abstenciones. Con algunas modificaciones, este documento afianza la apuesta estratégica para celebrar un referéndum pactado con el Estado. Parte de dos ejemplos: el pacto de claridad de Quebec y las condiciones del referéndum de Montenegro, avaladas por la Unión Europea. El cónclave republicano, sin embargo, no ha escapado el ruido externo por|para los presupuestos de la Generalitat.

La vía Montenegro es el núcleo central de la ponencia política aprobada. Es la concreción del pacto de claridad que el president Pere Aragonès planteó al debate de política general del Parlamento el pasado septiembre, y que solo recibió el apoyo de los comunes. Pero los republicanos insisten en esta estrategia para pactar un referéndum con el Estado y se fijan, entre otros, en el caso del referéndum de Montenegro para fijar unas posibles condiciones, abiertas al debate. Lo más relevante son los umbrales, que están extraídos de la experiencia montenegrina (avalada por la Unión Europea): una participación mínima del 50% y un mínimo del 55% de apoyo al . Se ha rechazado la enmienda viva que quería suprimir la referencia explícita a este país, según fuentes porque podría evocar un escenario bélico.

Aparte de la experiencia montenegrina, también recogen condiciones de otros casos. Empezando por el referéndum del 1-O, con una pregunta que "tendría que ser clara" y una "respuesta de carácter binario sí-no". Del referéndum de Escocia de 2014 se recoge el eventual censo: "todas las personas residentes legales en Catalunya mayores de 16 años; así como toda otra persona no residente que tuviera derecho de voto a las elecciones en el Parlamento". Y de Quebec, el pacto de claridad para establecer "un proceso de negociación de buena fe y de igual a igual" en caso de victoria del . En este punto se subraya que "la mediación europea e internacional se vuelve indispensable para asegurar el progreso de la negociación, de forma que el cumplimiento de la voluntad ciudadana expresada en referéndum no pueda ser bloqueado por la negativa de alguna de las partes a colaborar".

Durante el debate previo a las asambleas territoriales y sectoriales, también se habían añadido otras enmiendas, como una que apuesta por "imbricar estrategias con la izquierda española y con otras naciones sin estado del estado español" para hacer posible el referéndum. Esta enmienda subraya que la colaboración "es especialmente necesaria ante un hipotético gobierno de las derechas españolistas en la próxima legislatura española". Fuentes de la formación dejan claro que no incluye al PSOE, que califican de "izquierda conservadora". En el documento aprobado también se destaca la necesidad de construir "frentes amplios" para defender el derecho a la autodeterminación o de encontrar complicidades internacionales.

Países Catalanes

La segunda enmienda que había viva también ha sido incorporada. Ha sido defendida al plenario por Joan Tardà, exportavoz en el Congreso, y apuesta para ir a las elecciones españolas con representantes de ERC en las Islas Baleares y el País Valencià. Concretamente, el texto propuesto establece lo siguiente: “En el proceso de construcción de las distintas repúblicas en el marco de los Països Catalans favoreceremos la creación de las mejores condiciones y de los escenarios más adecuados para consolidar el avance del republicanismo del País Valencià y de las islas y, singularmente, entre las condiciones, estará incluida en las próximas candidaturas a Cortes españolas presentadas en el Principado, personas propuestas por ERPV y ERIB para hacer efectiva la representación del republicanismo valenciano y balear en las cámaras legislativas españolas.

 

Continuismo de 2019

Los republicanos afianzan su apuesta estratégica por el diálogo, que ya quedó plasmada en la ponencia política de diciembre del 2019. Entonces se planteaban tres vías para conseguir un referéndum de autodeterminación. La primera, la vía pactada y negociada con el Estado, que admitían que entonces era "imposible" por sus reiteradas negativas. La segunda, "forzar la convocatoria" de la votación a través de la constante desobediencia civil no violenta, la acción de las instituciones, la generación de grandes consensos y la búsqueda de complicidades internacionales para obligar al Estado a negociar la consulta. Finalmente, una tercera vía sin acuerdo con el Estado, aunque se dejaba claro que no era prioritaria y se evitaba el término "unilateral". El documento fue aprobado con un apoyo muy amplio del 93%: 558 votos a favor, 20 en contra y 19 en blanco.