A las 18.00 horas de esta tarde del martes la empresa Plastics Express, S. A. ha agotado definitivamente el tiempo que disponía para presentar la documentación que le requería el Govern para homologarla en el concurso de fabricación de 8.000 urnas que quiere licitar el Ejecutivo. El Govern, sin embargo, ya había dado por desierto el trámite horas antes y había anunciado que dejaba desierto el concurso.

El artículo 151.2 de la legislación sobre contratos del sector público obliga a las empresas que se presentan a un concurso público a presentar justificación de documentación que demuestre, entre otros puntos, que se encuentran al corriente de sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social, o que disponen de los medios que se han comprometido a dedicar a la ejecución del contrato.

Plastics Express no ha presentado la información y la mesa de contratación "entiende que el licitador ha retirado su oferta", mientras que la segunda candidata, la UTE Espai World, SL y Suministros Integrales Futbida, SL, no había superado el corte exigido, según fuentes del Govern.

Eso ha hecho que el Departament de Governació, que dirige la consellera Meritxell Borràs, haya decidido cerrar el expediente del "Acuerdo marco para el suministros de urnas a las elecciones al Parlament de Catalunya, consultas populares y otras formas de participación ciudadana".

El Govern, sin embargo, asegura que dispone de otras vías que quedan abiertas una vez ha agotado el concurso público, de la misma manera como pasa con cualquier otro servicio que haya que cubrir desde la Administración cuando se encuentra en la misma situación.

Desde el Ejecutivo se atribuye la imposibilidad de cerrar el proceso de homologación al hecho de que se han presentado empresas pequeñas al concurso, que han tenido problemas para demostrar su solvencia a raíz de sus dimensiones o por el hecho de ser empresas demasiado jóvenes.

En cambio, las empresas grandes del sector no se han presentado, cuando habitualmente sí lo hacen. Desde el Govern se evita atribuir esta situación a presiones que hayan podido recibir desde el Estado o sencillamente al hecho de que no les convenía, dado que todas ellas tienen clientes en el resto del Estado.