Los presupuestos de la Generalitat para 2026 están todavía en el aire, mientras el Govern de Salvador Illa tiene que hacer malabares para convencer sus socios prioritarios, Esquerra Republicana y Comuns, para que se sienten a negociar las cuentas. Los dos partidos se muestran reticentes y reprochan a los socialistas un retraso en el cumplimiento de los acuerdos previos a los que llegaron para las investiduras de Pedro Sánchez y Salvador Illa y para aprobar suplementos de crédito. Si ya al principio de este agosto reclamaban una reunión por evaluar cumplimientos, los comunes insisten y, yendo más allá, avisan ahora al Govern de Illa que no quieren oír hablar hasta que no se ponga en marcha el cuerpo de inspectores que reclaman para velar por el cumplimiento de la ley de vivienda.
El portavoz de los comuns en el Parlament, David Cid, ha aseverado este miércoles en declaraciones a Catalunya Ràdio que el cuerpo de inspectores tenía que estar activo antes de las vacaciones de verano y que todavía no es una realidad, así que mientras el acuerdo queda pendiente "no tendría demasiado sentido para nosotros sentarse a negociar los presupuestos para 2026". Además, Cid ha reprochado al Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica que dirige la consellera Sílvia Paneque "no cree" en la medida. Se trata de un cuerpo de inspectores con una sesentena de dotaciones que los comunes pactaron con los socialistas a cambio de dar apoyo al segundo suplemento de crédito para los presupuestos prorrogados.
Los presupuestos, "absolutamente prioritario" para el Govern
Desde el Govern de Illa, que se ha reunido este martes por primera vez para iniciar el curso político, aseveran que aprobar los presupuestos para 2026 es "absolutamente prioritario". Así lo ha asegurado este martes la portavoz del ejecutivo, Sílvia Paneque, después del Consell Executiu. Según ha explicado, es una carpeta que ya han empezado a hablar en la "relación continuada" con ERC y Comuns, los interlocutores preferentes, pero también se encontrarán con el resto de grupos parlamentarios "en las próximas semanas". La portavoz del Govern ha señalado que en estos momentos no tienen un calendario, pero que en las próximas semanas empezarán las conversaciones formales con los grupos parlamentarios para poder tenerles aprobados el 1 de enero del 2026, si es posible.
Sobrevuela el peligro de un año más con cuentas prorrogadas
Ya el año pasado, al llegar al Palau, Illa marcó como prioridad aprobar los presupuestos para 2025 antes del 1 de enero y finalmente no obtuvo los apoyos, viéndose abocado a pactar con ERC y Comuns suplementos de crédito a lo largo del año para suplirlos y atender los gastos necesarios de la Generalitat. Ahora, los dos partidos, socios habituales del Govern en minoría en el Parlament, ya avisan a Illa de que no se sentarán a negociar los anhelados presupuestos para 2026 si no hay avances tangibles. Piden cerrar carpetas de acuerdos previos antes de sentarse a negociar nuevas.
El conseller de la Presidència, Albert Dalmau, ya presionó a principios de mes avisando de que Catalunya "no se puede permitir no tener presupuestos". Señaló que no se entendería que en un momento en el cual "el país está creciendo económicamente por encima de la media de la zona euro y que tiene el récord de empleo en toda España", Catalunya no tuviera presupuestos. Así, el conseller sostiene que "hay que aprovechar este viento de cola" para "avanzar posiciones" y remarca la importancia de tener unas nuevas cuentas ante el clima "de incertidumbre" actual en Europa y en el mundo. "Estamos en un momento geopolítico complejo por todo el mundo: guerras, los aranceles de Trump...", recordó Dalmau, que insiste que "en un país que quiere salir a ser líder y abanderado, que quiere crear empleo, que necesita crear nuevas empresas, que necesita hacer las infraestructuras que hace tiempo que no ha hecho, que tiene que construir vivienda y que tiene que invertir en transición energética, le hacen falta presupuestos".
ERC y comunes presionan ante los "incumplimientos"
Los de Oriol Junqueras han reiterado a lo largo del verano que los "incumplimientos" de los socialistas hacia los compromisos pactados los últimos años imposibilitan sentarse a negociar las cuentas. Así, la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, ha marcado recientemente que sus exigencias para empezar a sentarse son acabar de trazar la financiación singular, avanzar en la recaudación del IRPF —con el varapalo que ha supuesto el anuncio de Illa que no se alcanzarán algunos aspectos hasta el 2028— y en la musculación de la Agència Tributària de Catalunya (ATC), y reconocer el ordinalidad como criterio sine qua non por la nueva financiación catalana.
Por su parte, los comuns reclaman a Illa sentarse primero este septiembre a evaluar el grado de cumplimiento de los pactos de investidura y de los acuerdos para los suplementos de crédito, antes de entrar a entablar negociaciones sobre los presupuestos. En este sentido, el portavoz parlamentario David Cid ha avisado de que el Govern "necesita mejorar" y "tiene trabajo para hacer", ya que "suspende" en materias como garantizar el buen servicio de Rodalies en medio de este intervalo para el paso a la empresa mixta y por obras en la infraestructura, a la vez que ha reprochado "prioridades equivocadas" con la apuesta para ampliar el aeropuerto del Prat o para la celebración de la Ryder Cup de golf en Catalunya.