Ciutadans ha registrado una proposición de ley en el Parlament de Catalunya para dejar de obligar a los comercios a utilizar el catalán en las rotulaciones de los establecimientos o la atención a los clientes. El presidente del grupo parlamentario, Carlos Carrizosa, ha manifestado que con esta iniciativa quieren "liberalizar el uso de las lenguas en el comercio". El diputado ha asegurado que hay "patrullas lingüísticas" que "se dedican a denunciar los comercios y los trabajadores que no los atienden en catalán". Ha denunciado "acoso" contra trabajadores de establecimientos "porque tienen el apoyo  de la legislación catalana" en materia lingüística. La formación también exige la devolución de las multas que se hayan impuesto hasta ahora sobre esta cuestión.

Ciutadans cree que se presiona el castellano para favorecer el catalán

Desde el Portal de Àngel, uno de los epicentros comerciales de Barcelona, Carrizosa ha cargado contra el "nacionalismo intervencionista que ha optado por la presión al castellano por, supuestamente, favorecer el catalán", ha dicho. El diputado ha insistido en defender que los comerciantes puedan atender a la clientela con el idioma que quieran porque el "comercio se adapta al mercado".

tiene menú contextual

El presidente del grupo ha argumentado que "muchos miembros denunciados son de la comunidad latina" y ha valorado que "hay que ser una persona con muy pocos escrúpulos para asediar a otra persona que seguramente hace muy poco tiempo que está en Catalunya y que todavía no entiende bien el catalán". Carrizosa ha subrayado que "no es necesario que la administración se haga antipática a la ciudadanía" en relación con el uso del catalán. Por eso, ha afirmado que quieren "derogar" todos aquellos puntos de la ley de consumo y de política lingüística que consideran unos "aparatos represivos contra los idiomas".

Críticas a los socialistas

Carrizosa ha explicado que todavía no se han reunido con los otros grupos parlamentarios para conseguir su apoyo. Da por hecho el de Vox y PP, pero no el del PSC "por los pactos que tienen con el separatismo y la complicidad que siempre han demostrado para dar cobertura al catalán en toda costa". El apoyo de Vox y PP es el que conseguirán con más probabilidad ya que son dos formaciones que en muchas ocasiones han intentado censurar el catalán y lo han hecho con éxito. El último ejemplo se ha podido constatar en Montserrat, pequeña localidad de unos 7.000 habitantes a unos 30 kilómetros en el suroeste de la capital valenciana. El gobierno del consistorio, encabezado por Sergio Vilar (PP) y con la concejalía de Cultura en manos de Vox, ha vetado la suscripción a las revistas Saó y Camacuc, alegando que "promocionan los Países Catalanes".