Ciudadanos mantiene su deriva como partido político, y ahora, ha perdido definitivamente su gran bastión — la sede nacional en la calle Alcalá de Madrid. Fue el escenario de las grandes victorias de Ciudadanos, como la del 2015, cuando consiguió 40 escaños en el Congreso de los Diputados. También el sitio desde donde se anunció que Albert Rivera dejaba la política después de que su formación perdiera a 47 diputados, quedándose con 10, después de que en abril del 2019 consiguiera 57. Ahora, la sede de Ciudadanos, que guardaba los récords de los mejores momentos de la formación naranja, ha vuelto en el mercado del alquiler. El inmueble, de 6 plantas, ya no está decorado con el color corporativo del partido que lideró Inés Arrimadas, sino que ahora luce un cartel rojo en el cual se anuncia que está disponible. El pasado mes de junio ya se conoció que después de la derrota de las elecciones del 28-M, y de decidir no presentarse a las generales del 23-J, Ciudadanos había decidido dejar la sede de la calle Alcalá y se había trasladado a la primera planta de un edificio de oficinas de la calle príncipe de Vergara, al madrileño barrio de Salamanca.

La sede de Ciudadanos, en alquiler

La que ha sido la casa de Ciudadanos durante casi una década, vuelve al mercado de alquiler por una renta de 62.820 euros al mes, según apunta este lunes El Mundo. El anuncio, publicado en el portal inmobiliario Idealista.com, el edificio tiene 3.141 metros cuadrados de superficie que incluyen 48 plazas de parking. El diario ha señalado, que la empresa que gestiona el edificio ha declinado revelar si hay inquilinos interesados en el edificio.

La sede madrileña se convirtió en uno de los símbolos del auge de Ciudadanos. El partido aterrizó en Madrid alojándose en un pequeño piso de la calle Carranza, que cambió pocos meses después por una oficina mayor en el paseo de Recoletos, desde allí dieron el salto en el 2015, a la que durante 7 años ha sido su base de operaciones. En un inicio, los naranjas alquilaron solo dos plantas: la planta baja y el entresuelo, a la espera de los resultados de las elecciones generales de diciembre del mismo año, donde alcanzaron su primer éxito. A partir de estos resultados, decidieron hacer una reforma y lo consagraron como su gran fortaleza. Desde la caída sin frenos del partido, que empezó el año 2019, los ha obligado a abandonar uno de sus símbolos, un inmueble por el cual han pagado hasta 30.000 euros de alquileres y otros 7.000 euros en suministros para volver a instalarse en un inmueble más modesto, que según apuntó el diario ABC, la media del alquiler en este inmueble es de unos 10.000 euros mensuales, una diferencia considerable de lo que abonaban.