Las elecciones primarias de Ciudadanos en las Iles Balears dieron una sorpresa inesperada para la línea oficial del partido unionista. Xavier Pericay, líder de la formación en el archipiélago además de fundador del partido en Catalunya, aspiraba a convertirse en candidato a la presidencia y con expectativas de obtener un buen resultado que ampliaría sobradamente los dos diputados actuales, pero fue derrotado por sorpresa por Marc Pérez-Ribas, secretario del partido en Palma, que lo ganó por 155 votos por los 136 de Pericay.

El caso es que el flamante e inesperado candidato ha disparado las alarmas en los órganos directivos de Ciudadanos por unas tibias declaraciones sobre política lingüística, que contrastan con el discurso duro de la formación, que pretende derribar toda la política de normalización lingüística del catalán en las Balears.

Toque de atención

Tanto es así que Pérez-Ribas ya ha recibido un primer toque de atención por haber dicho, en declaraciones en la televisión pública balear, IB3, que él había conseguido ser el candidato a la presidencia porque "mucha gente en Ciudadanos cree que se han centrado en exceso en temas lingüísticos". Es decir, que a su parecer, Cs se tiene que preocupar de otros temas y no sólo de la cuestión lingüística, un asunto sobre el cual Pérez-Ribas mantiene un posicionamiento alineado con las tesis de la formación con respecto a permitir que el conocimiento del catalán entre los funcionarios deje de ser un requisito.

Con todo, esta veleidad 'catalanista' de poner en duda la línea oficial de asedio a la lengua catalana le ha costado ya un toque de atención. Pericay, que sigue llevando las riendas del partido ya lo ha avisado que por mucho que sea candidato a la presidencia del Gobierno Balear, no tiene la "potestad de modificar a su antojo, basándose en un supuesto deseo de no se sabe que gente, uno de los pilares fundacionales del ideario del partido".

A estas quejas se ha sumado también el diputado Fernando Navarro, número dos en la lista en el Congreso por las Balears, que ha considerado que su formación es un "proyecto ilustrado nacido para combatir el tribalismo excluyente nacionalista", y que eso incluye "combatir la perversión que supone utilizar la lengua para la construcción identitaria nacionalista".

En el trasfondo de todo ello el hecho de que el gonellismo encabezado por entidades como Círculo Balear se haya pasado con armas y bagajes a Vox, hecho que ha hecho rebajar las expectativas electorales de Cs para el 26 de mayo. Y ahora, que el candidato sea tibio ha preocupado todavía más. Por si acaso, el entorno de Pérez-Ribas se ha apresurado a aclarar que su posición lingüística no se aleja ni un pelo de la oficial del partido. Pero la bronca ya se la ha llevado.