Santos Cerdán ha comparecido este miércoles en la comisión de investigación del caso Koldo del Senado con ganas de pelea. Se ha negado a declarar sobre cualquier cuestión que tuviera relación con la trama corrupta por la que el Tribunal Supremo lo investiga, argumentando que tiene el derecho a no responder porque está imputado. Actualmente en libertad condicional después de pasar unos meses encarcelado en Soto del Real, el exsecretario de Organización del PSOE se ha identificado como víctima de una “persecución propia de la Inquisición”. “Soy inocente, no soy ningún corrupto; quieren lapidarme en la plaza pública”, ha aseverado en un discurso inicial en el que también ha lanzado un dardo envenenado a Pedro Sánchez: ha defendido que “es mejor estar solo que mal acompañado”.
Quien fue hasta hace medio año número tres de los socialistas y hombre de máxima confianza del presidente del Gobierno estaba citado a las 10 de la mañana en la sala del Senado que lleva el nombre de Clara Campoamor. Ha entrado más de diez minutos antes y, acompañado de su abogado Jacobo Teijelo, ha esperado todo ese rato plantado como un estandarte a que entraran en la estancia los senadores que debían interrogarle. Cuando ha comenzado la sesión, les ha advertido: no tenía intención de responder a cualquier pregunta que abordara en profundidad el caso Koldo porque el Supremo le investiga por esta trama corrupta.
Sí que ha señalado, antes de ser interrogado, que no tenía problema en tratar el "contexto político" que produce que, según él, hoy haya sido citado a comparecer en el Senado. "Hay una persecución propia de la Inquisición, no se investiga ningún delito concreto, no se respeta ninguna garantía y nadie busca la verdad; ni aquí ni en el Congreso", ha manifestado. Cerdán ha asegurado que "es falso" que la empresa Servinabar sea suya o que él sea socio de ella. En diversas ocasiones ha manifestado que han sido alterados artificialmente los audios que aparecen en los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en los que se evidencia que él, José Luis Ábalos y Koldo García cobraban comisiones a cambio de adjudicaciones públicas.
"Hay un antes y un después de la foto con Puigdemont"
El senador que ha conseguido que el compareciente le respondiera a más preguntas ha sido Eduard Pujol, de Junts per Catalunya. En su interrogatorio, ha manifestado que su partido no tolera la corrupción, pero también ha hecho un repaso del uso de las cloacas del Estado que se ha hecho para perseguir el independentismo. "¿Si usted no hubiera negociado el acuerdo de Bruselas, se habría sabido que sus manos son largas o habría habido esta explosión judicial y mediática?", le ha preguntado en un momento el parlamentario.
"Habría sido todo muy diferente", ha respondido Cerdán. "Ya me avisaron; diversas formaciones políticas me dijeron que tuviera cuidado con lo que podía pasar; hay un antes y un después de mi foto en Bruselas con Carles Puigdemont; como por ejemplo tener que llevar escoltas aquí en Madrid", ha manifestado el exsecretario de Organización del PSOE.
Por parte de Esquerra Republicana, el senador Joan Queralt ha empezado afirmando que Cerdán los engañó en la última comparecencia que hizo en la comisión del caso Koldo, a pesar de que ha destacado que ha hecho también cosas que “como político le honoran”. “Estoy convencido de que está pagando un precio y está recibiendo patadas que se quieren dar a otros”, ha avisado Queralt, diciendo que alguien de los círculos del poder español ha considerado que las gestiones que hizo Cerdán con el independentismo vasco y catalán fueron demasiado lejos. “A mí me gustaría que se demostrara que todo esto es una operación del Estado profundo y que usted ha sido el chivo expiatorio, pero tengo serias dudas”, ha remachado el senador.