Los CDR han ocupado el Ayuntamiento de Girona en protesta por la decisión de la alcaldesa, Marta Madrenas, de suspender los conciertos y las barracas de Fires. Sobre las dos y media de la tarde, una treintena de manifestantes han irrumpido en el consistorio y han subido hasta la sala donde se hacen las juntas de gobierno (situada en el primer piso). La protesta ha durado casi cuatro horas, hasta que finalmente los CDR han abandonado el consistorio.

Mientras han estado dentro del ayuntamiento, han pasado el rato mirando la pantalla que hay en la sala o jugando a cartas. Además, han desplegado una pancarta en la fachada del consistorio, donde se puede leer el lema "Basta de criminalizar a la juventud y a las gerundenses", en referencia a la suspensión de los conciertos en La Copa. La alcaldesa decidió anularlos por seguridad después de los disturbios que ha vivido la ciudad.

ocupacio ayuntamiento girona cdr - acn

A la pancarta que han desplegado en un primer momento, se ha añadido otra con las palabras "Independencia o bloqueo". Además, también han colgado una estelada en esta parte de la fachada del consistorio. Los CDR han consensuado un manifiesto y han salido al balcón a leerlo.

El escrito, de entrada, subraya que la sentencia del 1-O ha sido "el detonante de un estallido de movilizaciones populares", que han sufrido "la represión" del Estado como respuesta, "de la cual el Govern de la Generalitat también ha sido cómplice". Los CDR critican que, ante la "protesta popular", el Estado ha enviado "miles de policías y guardias civiles para atacarnos", y que esta "violencia policial" se ha hecho "codo con codo con la policía colaboracionista de los Mossos d'Esquadra".

"¡Ellos también son fuerzas de ocupación!", recoge el manifiesto, que exige tanto "la expulsión" de la Policía Nacional y de la Guardia Civil de Catalunya como la "disolución" de los antidisturbios de los Mossos (ARRO y Brimo). En el escrito, los CDR también cargan contra JxCat y ERC, a quien acusan de "haber mantenido una posición equidistante" y negarse a pedir "la dimisión del conseller de Interior".
 
Un par de horas después de leer el manifiesto, han abandonado el Ayuntamiento por voluntad propia.