La falta de posicionamiento y la equidistancia ante la situación política que vive Catalunya sí que tiene efectos (también) en los sindicatos. Después de que medio millar de personas se hayan afiliado al sindicato independentista Intersindical-CSC desde el referéndum del 1-O, ahora CCOO de Catalunya admite que ha perdido afiliados por esta cuestión: unos 300 desde julio de los 141.000 afiliados que tienen.

Así lo ha reconocido su secretario general en Catalunya, Javier Pacheco, en una entrevista en la ACN, donde ha puesto encima de la mesa que "han incrementado las bajas motivadas por condición política", sobre todo para no estar de acuerdo con la posición del sindicato. Los afiliados que se han marchado son tanto de un extremo como del otro, pero Pacheco también ha matizado que estas bajas "no son suficientes como para comprometer la estabilidad" del sindicato.

Ahora bien. El líder de CCOO no se da por vencido y ahora está dedicando parte de su tiempo a contactar con las personas que se han dado de baja del sindicato para conocer sus motivos concretos y, así, poner solución. Eso sí. Pacheco tiene claro que uno de los mensajes que tienen que transmitir es precisamente que "su vínculo con el sindicato tiene que ser no sólo por el posicionamiento ideológico y político" y les quiere recordar que si se habían afiliado era para "recuperar derechos" de los trabajadores.

La política, en el margen

A ojos de Pacheco, no es CCOO quien tiene que opinar sobre la cuestión política y, por lo tanto, no es trabajo suyo decir si Catalunya tiene que acabar siendo una República o no. El objetivo de su trabajo es "defender el derecho laboral, económicos y sociales de la clase trabajadora" y, en este terreno, lo consensúan todo con CCOO España, cosa que considera que también tendría que pasar en el ámbito político.

Justamente por todo ello, el secretario general de CCOO Catalunya no tiene prevista ninguna nueva convocatoria de huelga y, de hecho, a la del 8-N ya no se sumaron, porque, según su opinión, una huelga se tiene que hacer de forma "voluntaria" con piquetes "informativos" y no cortante las vías de las principales carreteras e infraestructuras del país como pasó entonces en el paro convocado por la Intersindical-CSC.

Eso no sería —siempre según Pacheco- "el concepto clásico de huelga general", sino que "es otro modelo, otra vía de movilización," sin embargo, eso sí, ha mostrado su respeto por las movilizaciones de aquel paro porque, ha asegurado, "todo el mundo tiene legitimidad para hacer lo que entienda en el marco de la movilización".

3-O Vs. 8-N

En este sentido, el líder de CCOO Catalunya ha cargado sutilmente contra la Intersindical-CSC por la convocatoria de una huelga general el 8-N porque, a juicio suyo, "convocarla es muy sencillo, hacerla efectiva más difícil" y, justamente por eso, ha aprovechado la ocasión para comparar el paro de país del 3-O (a la que sí que se sumaron) con la del 8-N, en la cual ninguno de los dos sindicales principales participaron.

Su conclusión, pues, es que "una huelga general no tiene cabida en estos momentos" y menos una que venga convocada por ellos porque, ha recordado, "somos una organización con responsabilidad alta" y sólo verían cabida para una convocatoria de huelga general si tuviera como objetivo "recuperar derechos sociales y laborales en torno a crecimiento económico y de una estabilidad política".

Así pues, CCOO sólo convocará una huelga "para recuperar derechos" y eso es, precisamente, lo que están exigiendo ahora de cara a las próximas elecciones del 21-D.