El conseller d'Economia, Oriol Junqueras, se ha encontrado este jueves con sus homólogos del País Valencià, Vicent Soler, y de las Illes Balears, Catalina Cladera, y han reivindicado la necesidad de una reforma en el sistema de financiación autonómica para acabar con la "asfixia" de la deuda, que el Estado "no es capaz de controlar". Así lo han expresado los tres consellers en sus intervenciones en la cimera sobre "Deuda histórica y modelo de financiación" en el marco de la jornada "La hora de las decisiones", que el Instituto Ignasi Villalonga d'Economia i Empresa ha organizado hoy en el Palacio de Congresos de València.

"Son muchas las administraciones públicas del mundo que se enfrentan a niveles de deuda nunca vistas", ha afirmado Junqueras, que ha considerado que este hecho "no sólo es significativo porque los niveles de deuda son los más altos, sino porque seguirán creciendo de forma incontrolada". El vicepresidente de la Generalitat catalana ha lamentado que el Gobierno central "no tiene los estímulos necesarios" para emprender una verdadera reforma del sistema de financiación autonómica, dado que "la contraposición de los intereses de los territorios es muy marcada".

En este sentido, ha asegurado que el hecho de "que los ciudadanos catalanes puedan decidir su futuro político en un referéndum" sí sería "un estímulo para que muchas cosas cambien en España" y ha pedido "a los que no comparten este objetivo pero son conscientes de que sería un estímulo", que "den apoyo" a esta reivindicación. "Los países de la Unión Europea están emitiendo deuda a 100 años", ha criticado el conseller de Hacienda catalán, que ha advertido que, aunque la gran oferta monetaria garantiza ahora tipos de interés bajos, estos acabarán subiendo.

Según su opinión, el volumen de deuda es un dato "relevante en términos absolutos, pero también relativos, con respecto al PIB", y ha explicado que "podríamos tener un volumen de deuda muy grande pero un PIB mayor", con lo que la posibilidad del pago de la deuda "sería mayor". "Todo el mundo sabe que somos partidarios de tener un margen de déficit mayor", ha añadido Junqueras, que ha lamentado no tener "margen de maniobra".

Oportunidad para negociar un nuevo modelo

De su lado, el conseller de Hisenda valenciano, Vicent Soler, ha denunciado que el País Valencià "ha sido maltratado financiera y fiscalmente" a causa de dos elementos: "el modelo de Estado y la invisibilidad política como pueblo". Soler ha denunciado también que la "oportunidad histórica" de negociar un nuevo modelo "ha empezado mal porque el Gobierno español ha hecho de juez y parte y ha decidido de forma unilateral". "No por casualidad la infrafinanciación se intenta tapar con el tema del FLA", ha considerado el conseller, que ha criticado este fondo, al que se ha referido como "estafa".

En esta línea se ha expresado también la consellera de Hisenda de las Illes Balears, Catalina Cladera, que ha reivindicado que las islas tendrían que recibir "casi 3.000 millones de euros por la infrafinanciación" y ha pedido que el Estado "condone la deuda" para garantizar "el encaje de todos los territorios" en España. También ha pedido al País Vasco y a Navarra que "se sumen al mecanismo de solidaridad" y ha instado a emprender la construcción del nuevo modelo "en dos velocidades, como los estatutos de autonomía".

En la clausura del acto han intervenido Junqueras, el presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera, y el vicepresidente del Govern balear, Gabriel Barceló. Morera se ha preguntado "quién toma las decisiones que afectan al futuro" de las tres comunidades autónomas y ha instado a que "de la reflexión se pase a la decisión, a la acción compartida entre territorios que comparten lengua y cultura".

De su lado, Barceló ha reivindicado el Mediterráneo como "un eje económico de primer orden" y ha lamentado los "prejuicios y obsesiones" sobre la cooperación entre València, Balears y Catalunya. Además, ha ofrecido su colaboración al Govern catalán para "encontrar una solución política, no jurídica y no represiva" al "procés" independentista, una solución que, ha concluido, "pasa necesariamente por un pronunciamiento democrático de la ciudadanía".