Nuevo cierre de filas, hoy por parte del ministro Félix Bolaños. El titular de la Presidencia ha comparecido esta tarde ante la comisión constitucional del Congreso de los Diputados y no se ha movido del argumentario oficial. Por una parte, el dirigente socialista ha defendido la legalidad de todas las actuaciones del Centro Nacional de Inteligencia, también en el caso del espionaje a una veintena de dirigentes independentistas, que el CNI investigó con autorización del Tribunal Supremo. "Ya se enseñaron los documentos", ha recordado. Por otra parte, ha vuelto a cerrar la puerta a una comisión de investigación parlamentaria, que ha considerado que no serviría de nada: "Quien supiera cosas, no podría hablar. Y hablaría sólo quien no sabe nada".

En su comparecencia, el ministro de la Presidencia no se ha movido de los mecanismos ya establecidos. En primer lugar, el "control interno" dentro del CNI, con la posterior comparecencia de la decapitada Paz Esteban en la comisión de secretos oficiales. En segundo lugar, la investigación de oficio del Defensor del Pueblo, con la que van a colaborar. En tercer lugar, abriéndose a cooperar con los tribunales y, si estos lo piden, desclasificando la documentación que haga falta y que no ponga en peligro la "seguridad nacional". En varias ocasiones Bolaños ha dejado claro que la democracia española funciona y que lucharán contra cualquier "vulneración de derechos fundamentales". Ha reiterado que "entiende perfectamente la preocupación" de los espiados.

Demasiados interrogantes y muy pocas respuestas, que no han satisfecho a los partidos independentistas. El diputado de Junts, Josep Pagès, ha reprochado que hable de "transparencia" cuando se trata de una investigación "secreta" y ha cuestionado su voluntad de llegar hasta el final. Por su parte, Genís Boadella, del PDeCAT, ha reclamado garantías que en estos momentos no se está espiando ningún dirigente independentista o rival político, mientras la cupera Mireia Vehí ha considerado "inverosímil" que se espiara a Pere Aragonès por una supuesta coordinación con los CDR, como se ha publicado en las últimas horas. "No es un escándalo de seguridad, es un escándalo político", ha lanzado la diputada ante las explicaciones insuficientes del ministro.

Tampoco ha acabado de convencer a sus socios en el gobierno de coalición. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha asegurado que la destitución de Paz Esteban como directora el CNI es un primer paso en la buena dirección, pero ha defendido que hay que llegar hasta el final para "saber qué ha pasado, por qué ha ocurrido y quién lo ha hecho". Y también ha reclamado "limpiar las cloacas del Estado". El dirigente de los comunes lo ha calificado como "uno de los mayores escándalos en democracia" en España.