El naufragio de los presupuestos ha supuesto una balón de oxígeno para Pablo Casado. Después de que los independentistas hayan tumbado las cuentas públicas socialistas este miércoles, el presidente del PP ha vaticinado el final de la legislatura de Pedro Sánchez y le ha reclamado la convocatoria de elecciones, preferiblemente el superdomingo. "El PP está preparado para volver al Gobierno", ha defendido, al mismo tiempo que ha abierto la puerta a trasladar la vía andaluza de pacto con Cs y Vox a la Moncloa.

"Hoy se ha producido una moción de censura de facto, ha perdido su mayoría en el parlamento", ha sostenido Pablo Casado, que ha atribuido el mérito a la manifestación de domingo en Colón. Y ha insistido: "La decisión de hoy marca un punto de inflexión, el final de trayecto de Pedro Sánchez". Se ha visto ya presidente y ha prometido que, al llegar a la Moncloa, lo primero que hará es tomar medidas para "recuperar la legalidad, la concordia y la convivencia en Catalunya".

"Hoy los representantes españoles le han dicho que no cuenta con su confianza", ha asegurado el dirigente popular. "Es el momento de sacar las urnas y que todos deciden la mayoría que quieren que gobierne", ha añadido. Ha dicho que "lo más lógico" sería que se celebraran el superdomingo del 26 de mayo, con las elecciones europeas, municipales y autonómicas, para ahorrar dinero.

Sobre la estrategia de pactos después de estos posibles comicios, ha reivindicado que su partido no pacta con "separatistas" ni "populistas", y ha defensat el pacto de Andalucía con Ciudadanos y Vox. "España no dependerá de los que están sentados en el banquillo de los acusados o fugados de la justicia", se ha comprometido. También ha apelado a "la izquierda moderada, constitucional y patriótica", que considera que representan el expresidente Felipe González o el exvicepresidente Alfonso Guerra.