Tormenta política y conflicto diplomático. Queda para aclarar exáctamente cuál fue la sucesión de hechos pero el PP y el nuevo gobierno del PSOE con Podemos viven su primera gran confrontación de esta investidura. Lo que es evidente es que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos negó que se hubiera reunido con la vicepresidenta de Venezuela, Dalcy Rodríguez, en el aeropuerto de Madrid y ahora, lo ha acabado confirmando. Fue un encuentro en Barajas a pesar de la prohibición que le pesa de la Unión Europea a Rodríguez para pisar el continente.

Los hechos se remontan a la noche del domingo de la semana pasada cuando, coincidiendo con la feria de turismo Fitur, aterrizaron el ministro de turismo venezolano Félix Plasencia que iba acompañado de su vicepresidenta. Sobre Plasencia no pesa ninguna prohibición europea pero sobre Rodríguez sí. A pesar de todo, el ministro español Ábalos, que mantiene una estrecha relación con el ministro de Venezuela, ha admitido que se vio obligado a hacer "un saludo forzado" a la vicepresidenta del gobierno de Nicolás Maduro y dirigirse hasta el avión dónde estaba. Ábalos se lo ha visto muy molesto con las voces que lo cuestionan. De entrada, el alcalde del PP en Madrid, José Luis Martínez Almeida, abre fuego a través de twitter.

Ante la polémica generada, el Partido Popular pide la dimisión de Ábalos. Su presidente, Pedro Sánchez, sale en defensa de él y argumenta que "ha salvado un conflicto diplomático". Ábalos decide marcar terreno y responde con seguridad: "Yo no estoy aquí de paso desde el año 1976. Vengo a la política para quedarme. Y a mí no me echa nadie"

Hoy se ha sumado un nuevo conflicto con una segunda visita: la opuesta a Maduro con su líder, Juan Guaidó. El presidente español, Pedro Sánchez, ha excusado su ausencia desde Castellón donde ha priorizado recorrer las zonas afectadas por el Gloria. Y en vez de él, quien lo ha recibido es la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. Un recibimiento que nuevamente no ha gustado nada al Partido Popular y sobre todo a su líder, Pablo Casado, que sí se ha reunido con Guaidó desde la Casa de América de Madrid.

Después del encuentro, Casado ha ido más allá y ahora pide que "cese de su cargo a Pedro Sánchez". También ha lamentado que el PSOE "dependa de Podemos que ha exigido que no vaya" y dé la espalda a Guaidó para favorecer el gobierno del "tirano Maduro."