Las fake news del manifiesto de la plaza de Colón han resucitado este jueves en el parque del Retiro de Madrid. Lo han hecho de la mano de Pablo Casado, que ha arrancado su campaña electoral denunciante un complot entre Moncloa y la Generalitat para conseguir un Estado propio. "Supimos que Sánchez estaba negociando la independencia de Catalunya en Pedralbes con Torra", ha denunciado el candidato del PP a las elecciones del 28-A.

En una sala pequeña pero llena en el centro de Madrid, donde según el partido había 2.000 personas, el dirigente conservador también ha difamado contra el president de la Generalitat. Ha atribuido a Quim Torra que "quería una guerra civil como en Eslovenia", en referencia a la polémica "vía eslovena" esgrimida por el jefe del Govern.

El líder del PP también ha tergiversado las declaraciones del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que dijo que si el independentismo llegaba a un apoyo del 65% se le tendría que dar una respuesta política. "Iceta dijo que en diez años tenía que haber una consulta de independencia", ha asegurado.

El escrache a Cayetana Alvárez de Toledo en la UAB le ha venido como anillo al dedo para volver a otro clásico: las comparaciones con ETA. Dirigiéndose a la víctima y diputada popular Marimar Blanco, el presidenciable ha sostenido que "como hicieron en los años de plomo de ETA enl País Vasco, no nos van a callar". Ha prometido acabar con la "kale borroka catalana" y utilizar la ley de partidos para ilegalizar organizaciones, sin concretar cuáles.

En su escalada retórica, Casado ha llegado a decir que Pedro Sánchez es "un peligro público para España" y que "ha superado todas las líneas rojas que puede aguantar la nación española". Y ha advertido que "está en juego la nación española tal como la conocemos".

Multar en castellano

Con respecto a las propuestas, Casado ha vuelto a prometer una ley de lenguas para evitar la supuesta discriminación del castellano. "No se podrá multar a ningún español en una lengua que no sea el castellano", ha puesto de ejemplo. Se ha comprometido a no permitir que se construyan "muros entre españoles" por cuestiones de lengua.

Por otra parte, el líder del PP ha prometido cerrar el Diplocat y el Consell de la República, volver a penalizar la convocatoria ilegal de referéndum o no permitir que los independentistas "se manifiesten en Madrid con nuestros impuestos", en referencia a la marcha del pasado 16 de marzo. También ha garantizado una ley de símbolos para proteger el himno, la bandera y el Rey. "Se va a acabar eso de quemar fotos de Felipe VI, pitar el himno o sonarse los mocos con la bandera", ha sostenido.