El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, escribió una carta el 20 de octubre al entonces mayor de los Mossos ,Josep Lluís Trapero, tras su declaración en la Audiencia Nacional como imputado por sedición para agradecerle su labor. Según revela la información publicada por Eldiario.es, Puigdemont ordenó entregarle en mano la misiva, donde defiende que lo importante de las leyes "es saber interpretar su espíritu".

"Si todas las autoridades públicas interpretasen los derechos constitucionales de nuestra sociedad de la manera en que lo has hecho siempre, muchos de los problemas que la sociedad tiene con la Constitución no existirían", empezaba la carta. "Lo importante de las leyes es, siempre, saber interpretar su espíritu y su intención. Aunque hacerlo no te garantice la infalibilidad, sí que te proporciona, en cambio, mucha comprensión y aceptación de la ciudadanía a la que sirves", asegura.

Puigdemont elogia en varias ocasiones la profesionalidad de Trapero y expresa su deseo de que regrese "la normalidad robada". "Un policía que usa el civismo como parte de su armamento merece honores y no castigos", lamenta. Además, considera que la justicia española ha puesto al mayor en "la diana" solo por haber demostrado que los Mossos pueden actuar de manera más eficaz, democrática y más civilizada que otras fuerzas de seguridad. "He visto con mucha tristeza el trato que te dispensaron, la miserable petición del fiscal y las incomprensibles medidas cautelares. No hay derecho", expresa.

El president, además, ejemplifica sus sentimientos con referencias personales y explica que sus hijas,  tras las cargas policiales del 1 de octubre, han aprendido de manera "traumática" como la Policía Nacional actúa de manera diferente a los Mossos. "Su santuario de paz, de amistad, de alegría [en referencia a su colegio] violado sin contemplaciones por policías españoles", explica. Según relata, las niñas se despertaron de madrugada "gritando de miedo" porque soñaban que la policía venía a buscarlas