La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no ha asistido a la inauguración de Arco como protesta por la retirada de la instalación Presos políticos en la España contemporánea de Santiago Sierra. Así, Carmena expresa la "máxima defensa de la libertad de creación, expresión y exposición a la ciudad".

En este sentido, considera que no puede quedar afectada la imagen internacional de una ciudad "abierta, democrática y creativa como es Madrid" ni admitir "ningún retroceso" en la defensa de los derechos fundamentales de la democracia. No obstante, la alcaldesa quiere seguir mostrando su apoyo a Arco y lo visitará antes del cierre.

La alcaldesa ya se había pronunciado en contra de la decisión, que calificó ayer de "penosa" y "partidista" la medida de la institución ferial madrileña de pedir la retirada de la obra de Sierra a la galerista Helga de Alvear y tildó de "muy grave" este hecho porque "hay que tener claro que la libertad de expresión es el aire que respira una democracia". "No puede ser que una obra de arte se retire por una consideración política partidista. El arte tiene que vivir con la libertad de expresión", comentó Carmena.