La única hija del dictador Franco, Carmen Franco, de 91 años, ha recibido la extremaunción al empeorar su estado de salud por el cáncer terminal que sufre desde hace meses. Desde que este verano conoció la noticia, Carmen ha estado en su residencia del barrio de Salamanca de Madrid.

Una de sus hijas, Carmen Martínez-Bordiú, ya dijo entonces que le daba miedo la pérdida, pero admitió que "ella tiene una fecha de caducidad después de haber vivido muchos años con una vida llena".

De hecho, la misma Carmen Franco dijo cuándo conoció la noticia de su enfermedad que "aquí estoy, dispuesta a recibir aquello que venga, sin lágrimas; no tengo miedo ni siquiera de la muerte, lo he visto de cerca muchas veces".

Carmen Franco dejará a siete hijos.