La imagen de los presos electos recogiendo su acta en el Congreso y en el Senado ha sacudido el tramo final de campaña y ha cargado de argumentos a las candidaturas de Junts per Catalunya, especialmente aquellas que encabezan presos y exiliados. Son tres, la de Carles Puigdemont en Europa, la de Joaquim Forn en Barcelona y la de Lluís Puig en Terrassa. Que Jordi Sánchez, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva hayan podido entrar en las Cortes españolas les da pie a prometer que ellos también podrán hacerlo en las instituciones por las cuales se presentan.

Así lo ha afirmado el propio Puigdemont, que ha conectado en directo con el mitin central de JxCat en Tarragona. "Los muros van cayendo", ha constatado, a la vez que ha invitado a los catalanes a seguir por el mismo camino votando por su lista, porque "tienen que caer más muros, nos tienen que ver entrar como hombres libres, como en portadores de la expresión del 1-O a las instituciones, abiertos al diálogo, comprometidos con la no violencia y con un respeto escrupuloso con todo el mundo". El expresident ha insistido en la necesidad en dar un mensaje de puertas a fuera el próximo 26-M y ha puesto de manifiesto que "a nosotros no nos podrán hacer entrar en el Parlamento Europeo tutelados, vigilados, rodeados de policías, prohibiéndonos hablar con la prensa; nosotros en Europa somos libres".

La prueba de que son presos políticos

Para Puigdemont, la imagen "impropia" de hoy en el Congreso y en el Senado es la prueba que todos ellos son presos políticos. "Una gente que están en la prisión por unas ideas hoy han entrado en las Cortes españolas porque los ciudadanos de Catalunya les han escogido para defender las mismas ideas que les han llevado a la prisión", ha afirmado.

Desde Bruselas, Puigdemont ha explicado que "Europa lleva un año y medio atónita" por la situación que viven los líderes independentistas catalanes. Y ha querido acabar proponiendo un reto a JxCat, "rompamos pronósticos, rompamos encuestas, rompamos pulsiones discriminatorias con la fuerza que siempre hemos roto estos muros".

Torra y la resistencia

Quedan cuatro días de campaña y una de las grandes incógnitas será ver si el Govern es capaz de blindarse de los ataques mutuos entre los socios del ejecutivo, Junts per Calalunya y ERC, en esta triple batalla: en el Ayuntamiento de Barcelona, por la hegemonía territorial en los municipios catalanes y entre los dos grandes referentes del independentismo -Puigdemont y Junqueras- en las europeas. Cada día que pasa, el fuego cruzado amenaza con impactar contra la estabilidad del ejecutivo.

Intentando aislarse de todo este ruido, el president Quim Torra participa de la campaña de JxCat sin entrar en ningún momento en el cuerpo en cuerpo con ERC y concentrando sus reproches hacia los partidos que dieron apoyo al 155. "El 26-M tenemos que dejar mudos a mucha gente", votando por JxCat, "porque Puigdemont es el que más miedo les da porque es quien representa el 1-O".

En el foco de las críticas de Torra, los socialistas, que "no han pedido perdón por el 155". "Que pongan a presidir el Congreso y el Senado a quien quieran, a nosotros nos interesa saber quién presidirá la República Catalana". De momento, lo más inmediato son las elecciones del domingo.