Dos cartas, dos humillaciones. El cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha enviado una carta al president valenciano, Ximo Puig, y otra a la vicepresidenta, Mònica Oltra, con el objetivo de trasladarles su convencimiento de que el Govern valenciano tiene una actitud "indecente". 

Así lo publica el diario valenciano Levante, que explica que mientras a Puig lo acusa de ser incapaz de decirle en persona lo que piensa sobre él, a Oltra le lanza que "me recuerdan ustedes a los tiempos de Franco, cuando se censuraban homilías".

Cañizares ha querido contestar con fuerza las declaraciones que el presidente del País Valencià hizo refiriéndose a las declaraciones del cardenal contra el "imperio gay". Puig dijo en las Corts interpelado por el síndic de Compromís, Fran Ferri, que sus ataques verbales son "impropios de quien ostenta tan alta responsabilidad".

Ante eso, Cañizares se lo tomó como una puñalada por la espalda y ha querido responder con una pataleta. También ha dejado con la boca abierta a casi a todo el mundo al decir en relación a los homosexuales que "tengo un máximo y exquisito respeto hacia estas personas y su dignidad". 

El Consell responde

Si Cañizares no frena y baja el tono, el Govern valenciano se está planteando recurrir sus declaraciones. Así lo ha anunciado hoy Oltra al Foro Europa de València, que se ha lamentado de que "cada día desayuno con una salida de tono más preocupante que la anterior". En su opinión, cualquier persona es libre de opinar como quiera, pero no con este matiz porque "es muy peligroso que una persona tan importante haga declaraciones que pueden incitar al odio".

El president valenciano ha decidido no jugar a este juego y no entrar en muchos detalles, pero sí que ha puesto sobre la mesa que "dos no discuten si uno no quiere, y yo no quiero". En caso de que decidieran acabar recurriendo las declaraciones del cardenal, Puig ha asegurado que lo harán "sin entorpecer las buenas relaciones que deben existir entre las instituciones" porque, aparte del respeto que tiene hacia las personas de cualquier religión, "no quiero que haya un espacio de confrontación que está fuera de la historia".

Cañizares retira las palabras

En otra carta, el cardenal -ofendido- retira sus palabras sobre el "imperio gay" y las ideologías feministas, pero lo hace para aprovechar para pedir a Puig que retire las declaraciones que hizo sobre él en las Corts "por justicia con la Iglesia". En su opinión, las palabras del president valenciano "faltan al respeto fundamental de libertad religiosa" y, además, ha considerado que se le sometió a un juicio sin defensa por parte suya. 

"No sé qué pintaron allí. ¡Se me insultó gravemente, se me acusó dándome lecciones de cristianismo -qué paradoja!-, de qué no soy nada cristiano y se contrapuso el Papa a mi persona", se ha lamentado. Sin embargo, ha querido dejar claro que no le importan estos insultos porque, ha asegurado, "sólo me importa el juicio de Dios".