La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha defendido que "el rey emérito no huye de nada porque no está inmerso en ninguna causa". "Simplemente decide salir del país", ha asegurado Calvo este miércoles por la mañana en una atención a los medios desde Asturias. Según la número dos del ejecutivo de Pedro Sánchez, Juan Carlos I ya "da las razones" de su marcha a la carta que se hizo pública el lunes por la tarde y las conocen "todos los españoles, no solo el gobierno" porque constan en la misiva. Calvo ha asegurado que el ejecutivo conoció la carta "al mismo tiempo que todo el mundo, como es lógico", y ha defendido que "hay que respetar la decisión de una relación que se establece entre el rey emérito y el jefe de Estado".

Calvo ha defendido que el Gobierno está "en su trabajo constitucional" y en "coordinación perfecta" con Felipe VI. La vicepresidenta ha diferenciado la tarea del ejecutivo de la opinión que puedan tener los partidos después de las discrepancias expresadas por sus socios de coalición de Unidas Podemos. "Los partidos pueden mantener sus posiciones y otra cosa es el cumplimiento del orden constitucional, que es impecable por parte de este gobierno y de la jefatura del Estado", ha afirmado. Según la vicepresidenta, el Gobierno "no tiene que impulsar ninguna iniciativa" y ha argumentado que está "todo bastante claro" en la "carta pública".

Una relación "impecable" con Felipe VI

La decisión de Juan Carlos I "no significa ningún cambio" en la monarquía y el ejecutivo tiene una relación "impecable" y "fructífera" con Felipe VI, ha remarcado Calvo, que ha dicho que es momento que las instituciones hagan "trabajo conjunto" después de la pandemia. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se negó este martes a explicar la intervención que ha tenido su ejecutivo en la fuga de Juan Carlos I, alegando que es materia confidencial. Sánchez incluso evitó explicar en qué país está en este momento el monarca emérito, y aseguró que lo desconoce: "No tengo información de dónde está". También afirmó que el emérito "está a disposición de la justicia si fuera necesario, como cualquier otro español", y destacó que "no se juzgan instituciones, se juzgan personas".