La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha dicho que la obligatoriedad de la vacuna "no es legalmente posible". En una entrevista que este domingo publica El Periódico, y en las puertas que el ejecutivo apruebe el martes el plan de vacunación contra la covid-19, Calvo dice que hay que respetar "la libertad de los ciudadanos con relación a su propia salud". Ha destacado que lo que es importante es "disponer de vacunas" y pedir a la población "confianza y tranquilidad para vacunarnos". También cree que la sociedad "responderá en la vacuna, sobre todo los colectivos de riesgo".

Por otra parte, sobre la negociación de los presupuestos y el apoyo de Bildu, que ha recibido críticas de barones socialistas, la vicepresidenta primera ha reivindicado que los militantes del PSOE no tienen por qué enterarse de qué opinan 200.000 militantes, uno a uno, por la vía que consideren oportuna. "Es el contrario de un partido político", ha considerado.

Calvo ha insistido en que el Gobierno ya dijo desde el primer momento que hablaría con todo el mundo. Y ha reiterado que también incluye Ciutadans porque "los argumentos" de la formación liberal no les parecen "sólidos". Por eso ha afirmado que hay "un espacio de acuerdo" con la formación encabezada por Inés Arrimadas que "hay que seguir trabajando. Y ha criticado que "la cuestión relativa al uso del castellano y el resto de lenguas es un debate completamente falso".

A la entrevista, la vicepresidenta primera también ha advertido que no esperará mucho más al PP sobre el pacto propuesto por la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). "Se lo consentiremos el ratito justo", ha lanzado Calvo, que cree que la reforma tendría que haber sido resuelta en un plazo de tres semanas una vez el presidente, Pedro Sánchez, detuvo la reforma de la ley del CGPJ a la espera de que el PP se aviniera a renovarlo.

Crisis en Canarias

Sobre la crisis humanitaria en Canarias, y preguntada por si está descartado derivar migrantes a la península, Calvo ha asegurado que tienen acuerdos con algunos países para poder devolverlos a su origen. Y ha dicho que hace falta tener en cuenta que detrás hay "las mafias, que no pueden aprender que Canarias es una vía para entrar en Europa de esta manera". "Eso es un problema de Europa, y Europa no puede pensar que es un problema de Canarias ni un problema de España", ha dicho.