El abogado Gonzalo Boye ha vivido diferentes episodios desagradables motivados por su trabajo y sus clientes, sobre todo por llevar la defensa del president Carles Puigdemont. En los últimos tiempos, ha denunciado diferentes asaltos a su despacho, le han cortado las rejas de las ventanas para acceder a su documentación o recuerda cómo la UDEF, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, lo "persigue".

En este listado de ejemplos, Boye también ha querido concretarlo de forma personal sobre las consecuencias que le ha comportado su trabajo: "Yo en Madrid no puedo salir ni a un restaurante", o "hemos llevado a la hija a la escuela y le han hecho mucho daño", ha dicho en declaraciones a Aquí Cuní de Ser Catalunya. También ha lamentado que su pareja, la abogada Isabel Elbal, ha vivido "intentos de agresión" cuando han estado en una terraza y por eso tienen que quedar con los amigos "en lugares privados".

Estas confesiones las ha hecho enmarcadas en la promoción de su último libro, ¿Cloacas? Sí, claro. La otra cara de los procesos judiciales son las consecuencias que han comportado estos juicios mediáticos. Boye ha lamentado que, en Madrid, también ha percibido "poco apoyo" de sus colegas abogados. Pero no se sorprende, ya que tenía claro que el "primer ataque después de los políticos iría para las defensas". Y considera que en España "se criminaliza la acción" de los abogados igual que la de los líderes defendidos.

Puigdemont, "un estadista"

Volviendo al ámbito más profesional, Boye reitera que la única solución entre Catalunya y España es "política" y considera que "todo el resto son parches". Y va más allá: "No es un problema de jueces, fiscales ni abogados. De hecho nosotros sobramos, faltan políticos en mayúsculas que nos saquen del conflicto y puedan darnos una vida mejor". Y en este perfil, pone el acento en el president Carles Puigdemont: "Faltan estadistas como él, tengo la suerte de trabajar conjuntamente y es de los que miran dos o tres generaciones por anticipado".

Sobre la calidad democrática del Estado español, Boye entra en la comparativa con otros países: "Nunca he escuchado a Merkel o Johnson poner definiciones a la democracia como se hace aquí cuando se habla de llena, por ejemplo. Hay aparatos del estado que tienen un poder importante y actúan de forma autónoma, no responden a un poder central, que se estableció después de la muerte de Franco y eso ha hecho cuestionar el concepto de democracia". Y sitúa el gobierno de Zapatero y el actual de Sánchez como los únicos que "no han tenido un control efectivo del Estado".

Foto principal: Gonzalo Boye e Isabel Elbal en Madrid