El conseller de Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència, Alfred Bosch, quiere "animar" la asistencia de observadores internacionales al juicio del 1-O para que "se conozca la verdad". Según ha dicho Bosch, el juicio en el Supremo "determinará el clima político en Catalunya", pero también en la Unión Europea, y cree que es "bueno" que haya un conocimiento "directo" en relación "con lo que está pasando a los tribunales". Con respecto a una eventual reunión con el ministro español Josep Borrell, Bosch ha admitido sobre el caso Abengoa que, "más allá de si [Borrell] hace bien el trabajo o no, el diálogo se tiene que mantener".

"Sea quien sea el ministro de Exteriores, tengo que hablar, es mi obligación", ha afirmado en su primera rueda de prensa desde que asumió el cargo. Desde Bruselas, el nuevo conseller ha recordado que "sobre todo" hay que hablar con los "oponentes" porque hablar con los "amigos" es "relativamente fácil".

Bosch ha asegurado que desde que accedió al cargo ha tenido una "breve conversación por teléfono" con Borrell, con quien se ha intercambiado "algún mensaje". Así, a la espera del futuro del ministro —de quien el Govern ya ha pedido la dimisión—, el conseller ha insistido en que seguirá hablando "con el representante de España al mundo".

El titular de Acció Exterior ha hecho estas declaraciones desde la sede del Govern delante la UE, donde se ha reunido con Meritxell Serret; el delegado en el Reino Unido e Irlanda, Sergi Marcén; la delegada en Alemania, Marie Kapretz; la delegada en los Estados Unidos de América, Victòria Alsina, y el delegado en Italia, Luca Bellizzi.

El lugar del encuentro, según ha explicado el mismo Bosch, ha sido Bruselas y no Barcelona, porque "hay gente represaliada que tiene que vivir en el exilio", en alusión a la delegada Meritxell Serret.

Visita a los exiliados

De hecho, Bosch se reunió el martes con los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig en Bruselas y con el expresidente Carles Puigdemont en Waterloo y no descarta verse con Marta Rovira y Anna Gabriel en Suiza. Bosch ha calificado la reunión con Puigdemont de "muy cordial" y ha afirmado que "nadie ha puesto ninguna objeción" a la visita.

El titular de Exteriors ha evitado hablar del motivo por el cual Maragall no visitó al presidente en Bélgica cuando vino: "Yo conozco lo que está pasando ahora", se ha limitado a decir, añadiendo que verse con Puigdemont "no ha sido complicado". Con todo, ha matizado que "quizás en otros momentos era diferente".

Consell per la República

Preguntado por cuál será la relación que mantendrá el Departament con el Consell per la República, Bosch ha remarcado que "quien tiene la competencia de representar Catalunya en el exterior es el Govern". "A partir de aquí, tenemos que ir juntos y nos tenemos que coordinar", ha añadido señalando que el Consell tiene "todo el apoyo del Govern".

Plan de abertura de delegaciones

Según ha explicado Bosch, el plan de apertura de delegaciones exteriores iniciado por su predecesor, Ernest Maragall, sigue en marcha. En este sentido, ha reiterado que el objetivo de la conselleria es que Catalunya sea "conocida y reconocida como país por todo el mundo". "Seguiremos haciéndolo", ha dicho convencido, a pesar de admitir que "es posible de que haya gente que discrepe". Con todo, ha defendido que es "competencia" del Govern y no "ve" por qué se tendría que dejar de hacer un trabajo que les "corresponde".

Además, Bosch ha explicado que el Departament está preparando ahora la reapertura de la delegación en Ginebra. "Ya veremos cuándo la podremos abrir, en Suiza tenemos que tener gente, tenemos que estar", ha dicho sobre la ciudad europea sede de las Naciones Unidas.