El conseller de Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència, Alfred Bosch, advierte a la Unión Europea que el caso de los tres eurodiputados electos independentistas presos y exiliados pone en juego su reputación.

En una entrevista en la ACN publicada el día antes de la constitución del pleno de la Eurocámara y de la manifestación convocada para defender los escaños de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Toni Comín, el conseller asegura que la cámara europea tiene que decidir "si es soberana o no". "Europa se tiene que pronunciar muy claramente: escoge las trabas burocráticas y procedimientos administrativos de un estado miembro o los votos de dos millones de ciudadanos", dice Bosch. "El dilema está servido, está en el corazón de Europa y se tiene que hablar porque nos jugamos el futuro de Europa", añade.

Según Bosch "es evidente" que Catalunya "no es un asunto interno de España", como intentan argumentar algunas voces desde Madrid o incluso el presidente saliente de la Eurocámara, Antonio Tajani.

"El tema está presente en el Parlamento, cuando se constituya el pleno será el tema estrella de debate", afirma el conseller, que cree que la situación de Puigdemont, Junqueras y Comín seguirá en la mesa de la UE más allá de esta semana. "Es una cuestión de esencia, de que es el Parlamento Europeo y el proyecto europeo, y se tiene que resolver", constata.

"Queremos que nuestros derechos como ciudadanos europeos sean reconocidos", dice el conseller, que se manifestará en Estrasburgo este martes.

Cs y los "incidentes violentos"

Después de que Cs advirtiera a la presidencia de la Eurocámara que la manifestación independentista podría derivar en "incidentes violentos", Bosch defiende el espíritu "pacífico y cívico" del movimiento. "Sólo faltaría que los ciudadanos europeos no se pudieran manifestar en el corazón de Europa", lamenta.

Bosch insiste en que Puigdemont, Junqueras y Comín recibieron dos millones de votos y si no pueden representar a sus electores se estarán vulnerando derechos fundamentales tanto de los ciudadanos como de los propios políticos, y que en esta cuestión llega a encontrar complicidades.

Según el conseller de Acció Exterior, sin embargo, los silencios de la actual cúpula europea en la situación de los tres electos independentistas no tendría que afectar el europeísmo catalán. "Ante poca Europa, la solución no es menos Europa, sino más Europa", afirma el conseller, que pide "no tirar la toalla".

"Somos europeos y tenemos el deber de contribuir al proyecto europeo. Nuestra obligación es insistir en que los derechos democráticos al Parlamento Europeo estén controlados y presentes, y no se lesionen", afirma.

De hecho, Bosch remarca que en su tarea como responsable de Exteriors, el mensaje que más cala en sus interlocutores es precisamente el de la "vulneración de los derechos humanos".

"Es difícil de entender que pidas a tus interlocutores que se conviertan en militantes independentistas. En cambio, decirlos que la vulneración de derechos humanos los implica se entiende", afirma.

En este sentido, Bosch niega que la comunidad internacional no se esté moviendo para defender los derechos democráticos de los independentistas, y aunque admite que "no será tan fácil ni rápido" como él querría, "pasan cosas".

Bosch cita, por ejemplo, el reciente informe del grupo de trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, la carta de los 41 senadores franceses, el manifiesto de 700 intelectuales italianos o las mociones que se han promovido sobre los presos y exiliados en el Bundestag. "España no está ganando la partida", concluye.