El ministro de Exteriores, Josep Borrell, no da tregua a las delegaciones del Gobierno y recurrirá las nuevas oficinas, que la Generalitat quiere abrir a Túnez, Buenos Aires y México, al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). En una entrevista en El Periódico, el ministro explica que la abogacía del estado ya está preparando una demanda de medidas cautelares para evitar que estas nuevas delegaciones puedan llegar a abrir.

Borrell considera que estas oficinas "sólo sueño instrumentos para promover las tesis del secesionismo y perjudicar la imagen internacional de España" y que "sólo sirves para dar hacía a fuerza procesistas y para servir de centros de agitación y propaganda". Por eso, considera necesario recurrir, aunque considera que la ley de Exteriores, aprobada en época del PP, está "muy mal hecha".

Sobre su renuncia al escaño de eurodiputado para quedarse al frente de la cartera de Exteriores, Borrell considera que "tal como está el mundo" este cargo "no "puede estar vacando" y tilda de "mal menor" la suya renuncia. Sin embargo, aclara que "dejar el escaño no impide tener un papel ejecutivo en Europa", abriendo la puerta así a entrar a formar parte de la Comisión una vez formado el nuevo Govern.