El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, se ha mostrado convencido de que "a la hora de la verdad" los grupos independentistas catalanes votarán el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE). "Qué se juegan a que, mucha bravata pero, a la hora de la verdad, lo votan", ha dicho durante una comparecencia en la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE.

Borrell ha insistido, como en los últimos días, en que los independentistas parecen decir un día una cosa y otra la contraria en relación con los Presupuestos. "Pero creo que lo van a votar, pero no porque tengamos un pacto secreto con ellos sino por su propio interés", ha añadido.

El ministro respondía así a las críticas del PP sobre los socios parlamentarios con los que el Gobierno deberá aprobar los presupuestos, aunque la senadora de ERC Laura Castell también ha hablado del asunto, precisamente cuando le afeaba al Ejecutivo que propugne el diálogo pero después tome decisiones como no invitar a la Generalitat a actos internacionales que se celebran en Catalunya.

"Parece que van dando palos de ciego, y le recuerdo que tienen pendientes de aprobar unos Presupuestos que, entre otras cosas, tienen que financiar sus acciones ministeriales", ha dicho la senadora, añadiendo que, a la luz de la situación, esos presupuestos tienen un "futuro poco prometedor". Castell ha irritado al ministro con una intervención en la que le ha preguntado a cómo iba su tarea de "desinfección de Catalunya" y si ha decidido extenderla a "diplomáticos belgas".

“Injerencia humanitària”

También si aceptaría una "injerencia humanitaria" de Bélgica para liberar a los "presos políticos", de una manera similar, a su juicio, a lo que ha hecho el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, en su viaje a Venezuela, consiguiendo la excarcelación del opositor Lorent Saleh. Además, ha acusado a este opositor de haber publicado artículos con vínculos relacionados con la extrema derecha y vídeos explicando cómo iba a usar la violencia.

En su respuesta, Borrell ha dicho que la senadora tenía una "confusión mental" sobre Venezuela pero, como no estaba presente, ha obviado todas las acusaciones salvo la de la desinfección, y ha pedido a los parlamentarios que le pidan un texto o un audio donde él hable de desinfectar a Catalunya. "La historia de la desinfección me tiene ya hasta salva sea la parte", ha llegado a decir.

Para entonces la senadora no estaba ya presente en la sala. "Casi mejor que se vaya, no le va a gustar lo que voy a decir", le ha dicho Borrell cuando se levantaba para irse. "Lo que usted ha dicho no quedará sin respuesta", ha añadido.

El ministro ha tachado de "auténtica inmoralidad" que el independentismo le acuse de querer "desinfectar Catalunya", y ha insistido en que lo que él dijo es que "la sociedad catalana está profundamente herida" y para curar esas heridas "hay que desinfectarlas". "Están infectadas por la mentira", ha proseguido, recalcando que "quien está infectada no es la sociedad catalana, son las heridas". Con todo, ha dado por hecho de que volverán a acusarle de lo mismo, aunque él nunca ha dicho "semejante barbaridad".

“Abuso de poder”

Borrell ha dejado sin contestar otras acusaciones, como que debería dimitir por "abuso de poder" --en relación con la venta de acciones de Abengoa-- o que se dedica a "laminar" la libertad de prensa con los corresponsales extranjeros. También le ha afeado que no pida que se pueda usar el catalán en el Parlamento Europeo como el gaélico.