El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha insistido esta noche ante el consejo nacional de la formación demócrata que la dirección del partido quiere un acuerdo para transitar hacia JxCat. No obstante, ha reiterado que el proyecto político del PDeCAT, el modelo de país y el modelo de sociedad que representa tienen que estar presentes en las futuras elecciones al Parlament. "Con la fórmula que ocurra, pero tiene que estar", ha advertido durante un consejo nacional donde se ha podido comprobar la tensión abierta entre los partidarios del acuerdo con JxCat y aquellos que defienden conservar las siglas del PDeCAT.

Bonvehí ha insistido en su intervención en reivindicar "el diálogo, la negociación y la capacidad de acuerdo" y ha situado el PDeCAT como "partido central". El presidente demócrata no ha concretado de qué manera se tiene que materializar el diálogo que propone con JxCat. "Los compromisos son claros: voluntad de acuerdo, y voluntad también de defender la manera de hacer y de ser de nuestro proyecto político", ha sintetizado Bonvehí en su última intervención ante el consejo.

Yo era el primero que me apartaba

Durante la intervención, ha insistido que las negociaciones con JxCat no se trata de una cuestión de cuotas ni de sillas - "yo era el primero que una vez hecho JxCat se me tenía que apartar y dar paso a nuevos liderazgos", ha asegurado- y ha reiterado que la voluntad es "sumar" pero reclama "respeto por los sumandos".

No ha sido un consejo nacional fácil. Después de meses de conversaciones con JxCat sin llegar a un acuerdo, se había levantado un cierto descontento entre una parte del consejo nacional por la falta de explicaciones, pero también voces en contra de la disolución del partido,

Puig, emocionado

Esta noche, según fuentes del partido, una parte del consejo nacional más crítico con la actual dirección no ha acudido a la cita. En cambio, sí se han hecho oír reproches contra JxCat y contra Carles Puigdemont. Una de las intervenciones ha hablado de iluminados y de obsesión por el nuevo proyecto, lo cual ha provocado una respuesta del conseller Lluís Puig, desde Bruselas, que se ha emocionado al recordar que se había marchado al exilio como miembro del PDeCAT y por fidelidad al president.

Puig, que preside la mesa del congreso de JxCat, ha lamentado que se hubiera menospreciado a personas y maneras de hacer, ha replicado que JxCat no es una obsesión ni una "manía" de Puigdemont y se ha confesado "fracasado" por no haber conseguido en 2 años y medio un acuerdo entre las dos partes para enderezar la situación. Ha advertido que el tiempo se está acabando y, emocionado, ha tenido que interrumpir su intervención.

Entre las voces de apoyo a la dirección, también se ha escuchado intervenciones pidiendo la expulsión de aquellos que militen en el nuevo partido. Alguno de los presentes incluso han denunciado a través de las redes que se pedia expulsar a Carles Puigdemont y a los presos políticos.

La ausencia de muchos de los consejeros críticos con la forma como la dirección de Bonvehí ha conducido las negociaciones no ha impedido que se hayan escuchado reproches con el hecho que la ejecutiva sometiera a votación la propuesta de los presos para llegar a un acuerdo con JxCat o por la falta de información a los asociados. En las respuestas, el presidente del partido ha admitido que había sido un error no contar más con la militancia durante las negociaciones.

En respuesta a un consejero, Bonvehí ha responsabilizado JxCat de no haber cumplido acuerdos a que se había llegado y, entre los argumentos para oponerse a disolver el partido, ha recordado que si el PDeCAT no contribuye a las elecciones como partido no recibirá las subvenciones correspondientes.