Ha sido el primer discurso de Meritxell Batet como presidenta del Congreso de los Diputados. Y ha llegado después de la bronca del PPCiudadanos y Vox a los diputados independentistas por sus fórmulas de acatamiento, que ha resucitado la crispación de la pasada legislatura. Frente a eso, la flamante nueva presidenta de la cámara ha instado a respetar el parlamento, "no degradar a sus representantes" y, por lo tanto, dejar atrás escenas como las que se han visto este mismo martes.

"Somos nosotros los más interesados en respetar la función constitucional de la cámara, en no degradar a los representantes", ha defendido Meritxell Batet en su discurso, que ha dado por abierta la nueva legislatura. "El espectáculo no tiene que ser el de los gritos, los insultos o las faltas de respeto", ha insistido en este sentido. Por el contrario, ha reivindicado un Congreso donde la tónica sea la "fina inteligencia y la brillantez oratorio".

En este sentido, la nueva presidenta de la cámara baja española ha defendido que "el parlamentarismo no puede ni tiene que ser neutrales delante de todo aquello que afecte a la misión constitucional", porque de este funcionamiento depende "la calidad de la democracia".

La dirigente socialista catalana ha avisado de que ninguno de los grupos parlamentarios de la cámara "representa en exclusiva a España ni a ninguno de sus territorios". En este punto, se ha comprometido a trabajar para conseguir "grandes consensos" que permitan al parlamento español "acercarse" a este ideal de transversalidad.

Batet, que ha arrancado diciendo que el nuevo cargo es "un honor y una responsabilidad", ha concluido su breve parlamento dando las gracias en catalán, gallego, euskera y castellano.