La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, ha admitido en el Senado que las cargas policiales del 1 de octubre durante la celebración del referéndum de independencia "no le gustan a nadie", pero ha defendido que España es un estado de derecho y ha avisado a los independentistas que "democracia es la ley".

En la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Alta, el portavoz del PDeCAT en el Senado, Josep Lluís Cleries, le ha preguntado si considera que España es un estado democrático, después de responder a la convocatoria del referéndum de autodeterminación con "porras y violencia" o de que la justicia europea haya dejado "en evidencia" a la española.

Mientras formulaba su pregunta, Cleries ha llevado una tableta en cuya pantalla se veían una y otra vez imágenes de los incidentes con la Policía ocurridos en aquella jornada.

Batet ha aseverado que el 1 de octubre del pasado año fue "un fracaso para todos" porque supuso la convocatoria y celebración de un "referéndum ilegal" y "puso en riesgo la convivencia al sacar la política de las instituciones y llevar a la calle la ruptura".

Ha emplazado hoy a los independentistas catalanes a tener "coraje" para "mirar al futuro" y "construir un rumbo dentro del marco constitucional", como según ella les está exigiendo "la mayoría de la sociedad catalana". Batet ha aconsejado que hagan eso en lugar de seguir "anclados" en su "metaverdad o realidad paralela" cuando el sistema judicial y político de España es "irreprochable", sin que haya "presos políticos".

Coraje para pedir perdón

Cleries le ha replicado que "si alguien fracasó" aquel día fue "el Estado español" que "todavía está buscando las urnas". El portavoz ha reiterado a la ministra que Catalunya ejercerá su "derecho" a ser un estado independiente europeo aunque "nos quieran en España a golpes de porra, a golpes de prisión, a golpes de exilio" y le ha preguntado si el Gobierno hará alguna cosa "seriamente" a favor del diálogo.

Y le ha lanzado que algún día un presidente tendrá que tener el "coraje" de pedir perdón "por aquel día de tanta violencia que no olvidaremos nunca y por todo el daño que siguen haciendo".