Los rostros en la calle Gènova han cambiado sustancialmente en tan sólo un mes. Al día siguiente del 28-A, había muchas caras largas en público y reproches en privado. Al día siguiente del 26-M, después de que Pablo Casado haya salvado los muebles con su "giro al centro", ya respiran más aliviados. Este lunes, antes de la reunión de la ejecutiva estatal del partido, los barones han cerrado filas con su presidente que tenía la cabeza amenazada por la guillotina. El dúo Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida ha sido su salvavidas.

Los populares no sólo han conseguido salvar la Comunidad de Madrid, la joya de la corona desde hace 25 años que estaba amenazada por las izquierdas. También ha conseguido arrancar la alcaldía de Madrid a Manuela Carmena. En las dos instituciones, como en otras comunidades autónomas, necesitará de las negociaciones con la extrema derecha de Vox. Esta será la contradicción de las próximas semanas.

Uno de los que era más crítico era el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, que a su llegada a Génova ha querido cerrar filas con Casado. Hace un mes se ausentó de la ejecutiva. Este lunes se ha felicitado porque "en tres semanas el partido se ha centrado", la tesis que él defendía. Aunque ha admitido que los resultados podrían ser mejores, ha defendido que "tenemos que seguir insistiendo y persistiendo en el centro, en el centroderecha". El dirigente gallego se ha vanagloriado de que en su comunidad Vox fue un partido residual este domingo.

El presidente andaluz Juanma Moreno también se ha situado al lado del líder de su formación. No ve dudas en su liderazgo. "Hoy estamos muy satisfechos", ha afirmado al llegar a la sede estatal. En este sentido, ha reivindicado la moderación como la mejor estrategia. "Para recuperar el centroderecha hay que hacerlo desde el centro", ha dicho. Ha situado la vía andaluza como "ejemplo" a seguir en el resto de comunidades donde haya esta posibilidad. "Sin lugar a dudas", ha insistido preguntado por los periodistas.

El vicesecretario general del PP, Javier Maroto, ha defendido que el liderazgo de Pablo Casado "no lo discute nadie, ni dentro ni fuera del partido". Lo ha planteado como una reconquista a largo plazo: "El espacio de recuperación del centroderecha empiezahoy, con el liderazgo del PP y Casado". Según ha dicho, "no hay alternativa al PP", después de que Ciudadanos tampoco haya conseguido el sorpasso.

Hace un mes, dos días después de las elecciones generales, Pablo Casado compareció desde Génova para escenificar el cambio de estrategia por el centrismo. Sin ir más lejos, el lema pasó a ser "centrados en tu futuro". Y por primera vez describió a Vox como "extrema derecha". Una extrema derecha con la que tendrá que pactar ahora para gobernar los muebles salvados.