"Estamos a vuestro lado. Haremos todo lo posible para que no haya una injerencia judicial en la vida educativa". Así de contundente ha estado este lunes el conseller de Enseñanza de la Generalitat, Josep Bargalló, dirigiéndose a las acusaciones de los docentes catalanes por sus palabras a raíz de las cargas del 1-O. "Estaremos a vuestro lado hasta el último momento", ha añadido.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, ha insistido en que no se ha dado "ningún caso en que profesores puedan haber cometido algún error de cara a sus alumnos". Después de hablar con una parte de los implicados en el caso por las denuncias presentadas contra docentes del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca (Bajo Llobregat) y a la espera de hacerlo con el resto de las partes los próximos días.

También ha invitado a buscar soluciones y resolver problemas dentro de las aulas, el claustro de profesorado y el centro educativo, que son los que tienen los mecanismos de resolución de posibles tensiones, ha defendido.

Invertir en educación 

Sobre las escuelas que segregan por sexo, ha dicho que no dará nuevos conciertos a estos centros y que usará los argumentos jurídicos que le dio el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) cuando en su primer mandato como conseller -bajo la presidencia de Pasqual Maragall- recibió el revés del alto tribunal por la retirada de dos de éstos conciertos.
 
Ha dicho que una de sus prioridades destacadas será luchar para "revertir los recortes económicos e ideológicos" del sistema educativo, al que ha apostado por inyectar más recursos en los próximos presupuestos, aunque no ha cuantificado la cifra. Respecto al interinaje de profesores en las aulas,el conseller quiere que la cifra general no supere entre el 3% y el 5% y que espera convocar nuevas plazas en un plan a cuatro años, si bien ha apostado por modificar el sistema de oposiciones para que evalúen por competencias y no pruebas memorísticas.
 
En relación con las críticas por la falta de plazas escolares públicas para niños de P3 en Barcelona, ha rebajado a 54 el número de familias afectadas por esta carencia, y ha confiado en que esta cifra quede reducida a cero fruto de los esfuerzos del consorcio educativo barcelonés, que acabará por garantizar plaza aunque sea en el barrio vecino. Ha insistido también en su voluntad de dialogar con los sindicatos para bajar las ratios del aula ya que, aunque de entrada no mejoran la enseñanza, está convencido de que no se puede mejorar la enseñanza si éstas no bajan.