El Ayuntamiento de Barcelona ha entregado a Airbnb una lista de 1.036 pisos turísticos ilegales que tienen orden de cese y que han sido detectados por el consistorio a través de Internet.

En un segundo encuentro entre ambas partes, el gobierno municipal ha pedido a la plataforma que los retire de su página web y cree que un mes sería un plazo razonable para hacerlo.

Airbnb se ha comprometido a dar una respuesta en una próxima reunión que tendrá lugar la próxima semana, aunque hace unos días aseguró que colaboraría con esta petición.

Después de este primer paso, el Ayuntamiento también ha pedido a la plataforma que colabore para establecer un protocolo que no permita que pisos sin número de licencia se puedan anunciar en su página. "Airbnb tiene que demostrar que quiere cumplir la ley. Si no, el Ayuntamiento seguirá aplicando la legislación", ha avisado la teniente de alcaldía Janet Sanz, haciendo referencia a posibles nuevas sanciones.

Campaña en la calle

Durante el día de hoy, el Ayuntamiento ha recreado un alojamiento turístico en medio del Raval como crítica a la actual expansión de este tipo de viviendas en la ciudad.

La gentrificación (concepto que describe el desplazamiento de los vecinos hacia el extrarradio a causa de la llegada de extranjeros a la ciudad) se está convirtiendo en un fenómeno que cada vez preocupa más a los vecinos de la ciudad, y el consistorio también ha creado la página www.fairtourism.barcelona con el fin de paliar el malestar general.