Barcelona vuelve a prepararse para limitar el precio de los alquileres. Después de la aprobación de la nueva ley de la vivienda del Estado esta misma semana, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau ha informado de que el gobierno municipal ya tiene el informe que tendrá que presentar para pedir que toda la ciudad pueda acogerse a la regulación de los alquileres. "Ya tenemos el informe preparado para presentarlo a la Generalitat y que todos los barrios sean declarados zona tensionada", he explicado a la líder local de los comunes en una entrevista en elDiario.es. "Cuando se publique en el BOE, la Generalitat recibirá nuestra petición". La alcaldesa ha dicho que el Ayuntamiento "ya tiene los deberes hechos", y ha añadido que hacía falta una regulación para "frenar las subidas abusivas".

Colau ha aprovechado la ocasión para reivindicar la nueva medida legislativa, fruto del pacto de investidura entre el PSOE y Unidas Podemos, y que también recibió el apoyo de ERC en el Congreso de los Diputados. Así, ha remarcado que la ley "será un primer paso fundamental" para resolver la problemática, a pesar de reconocer que no se solucionará todo "solo con una medida". "La ley, que hemos luchado muchísimo y contribuido a aprobar, no lo resolverá todo, pero funcionará porque ya funcionó la regulación a Catalunya", ha aseverado. La normativa catalana estuvo vigente desde 2020, pero quedó suspendida cuando la tumbó el Tribunal Constitucional el año pasado. "Ahora, con el estatal, Barcelona será el primero a aplicarla con la máxima ambición", ha asegurado a la alcaldesa.

El informe mira la barrera del 30%

El informe, elaborado por el Observatorio metropolitano de la Vivienda, dice que la ciudad de Barcelona cumple con uno de los requisitos que prevé la ley española: que el coste medio de la hipoteca o el alquiler en la ciudad supere el 30% de los ingresos medios de las familias. En concreto, en Barcelona, y de acuerdo con la información oficial, la carga del alquiler de la vivienda fue el año pasado del 43,3%, incluso sin incluir los gastos de suministros. En cambio, Barcelona no cumple con el requisito de que el precio de compra o alquiler haya experimentado en los últimos cinco años un porcentaje de incremento acumulado al menos de tres puntos por encima del aumento del IPC. Según los datos oficiales, el precio medio anual de alquiler entre el 2018 y el 2022 fue del 10,5%, pasando de 929 euros al mes en 1026, mientras que la inflación subió un 11,7%. Con todo, y según destaca el documento del Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona, la ley española ya permite declarar una zona de mercado residencial tenso cuando se cumple, al menos, con una de las dos condiciones.