La primera ley española de vivienda es ya una realidad. PSOE, Podemos, ERC y Bildu han apretado este jueves los botones verdes en el Congreso de los Diputados y, de esta manera, han entregado las llaves de la ley al Senado. Junts per Catalunya, en cambio, junto con el PNV y el PDeCAT, ha votado en contra de la ley, argumentando invasión de competencias. El PP y Vox también se han opuesto al entender que "solo favorece a los okupas". También se ha situado en el bloque del 'no' la CUP, pero por considerar la normativa española insuficiente y un "colador para seguir atropellando derechos". Así pues, la ley española de vivienda ha sido aprobada por el ajustado resultado de 176 votos a favor y 167 en contra. La única abstención del hemiciclo ha sido la del diputado gallego del BNG. 

El PSOE ha criticado las acusaciones de invasión de competencias señalando los beneficios que puede tener esta ley. "¿La campaña de vacunación también fue una invasión de competencias?", ha señalado José Luis Ramos desde el atril, para escudarse en los beneficios innegables de haber vacunado la población española contra el coronavirus. El diputado socialista también ha querido marcar distancia con el PP, acusando a los populares de concebir la vivienda "como un negocio" y "no como un derecho". Podemos, a través de la diputada Pilar Garrido, ha definido este jueves como "un día especial". Aparte de agradecer el trabajo realizado a la ministra socialista Raquel Sánchez y la ministra de Podemos, Ione Belarra, ha asegurado que con la aprobación de esta nueva ley, la vivienda "pasa de ser una mercancía más a ser entendida como un bien de primera necesidad". Gracias por el trabajo hecho, ha dicho refiriéndose a las ministras de Transportes y Agenda Urbana y Derechos Sociales.

ERC critica la negativa de Junts

El PSOE y Podemos se han valido de la alianza ERC–Bildu para apuntalar la votación. Por los republicanos, Pilar Vallugera ha cargado contra el voto negativo de Junts y el PDECAT. "Defienden la posición de no intervención porque son de derechas con la excusa de la no intervención. Todos sabemos que ni Junts ni el PDeCAT están por la contención de rentas ni por parar los desahucios" ha dicho la diputada, que, a pesar de manifestar que la legislación "permitirá avanzar", ha admitido que "hay muchas cosas a mejorar". Vallugera también ha lamentado que el Tribunal Constitucional anulara parte de la ley catalana de la vivienda. "Cuando la recibimos era imposible que tuviera ningún efecto sobre la realidad", ha dicho para sacar pecho de los retoques que han pactado con Bildu.

En esta línea, el abertzale Oskar Matute también ha defendido que el texto "es un paso corto, pero necesario". "La alternativa a esto es la desregulación de los mercados y que los grandes propietarios sigan campando a sus anchas", ha afirmado el diputado, que ha insistido que la ley "garantiza el respeto a las comunidades autónomas y ayuntamientos. Por eso, Bildu ha contradicho la derecha catalana y vasca recordando que "no es un texto centralizador, pero sí habilitante". "Eso sí, hará falta voluntad política para aplicarla", ha rematado Matute.

Junts denuncia invasión de competencias

Junts, el PDECAT y el PNV han construido el bloque del 'no' al entender que la legislación aprobada invade competencias de la Generalitat. Junts, además, ha acusado a los impulsores de esta ley de "copiar" mal la ley catalana de la vivienda. "No se trata de repetir y copiar, sino de adaptar y rechazar según las necesidades", ha manifestado desde el atril del Congreso la diputada Mariona Illamola. De hecho, ha recordado que ejemplos como los de Berlín, San Franciso, París o Catalunya ponen de manifiesto que la regulación del mercado de la vivienda es un tema muy complejo: "En estos casos los precios se redujeron el primer año, pero después aumentó la oferta de alquiler irregular y de compraventa".

De todos modos, la diputada de Junts ha insistido en que la línea más roja de su formación —que ha llevado al grupo a votar negativamente— es la invasión competencial. "Quien tiene que decidir la política de vivienda" de los catalanes "es el Parlament, y no esta cámara", ha bramado Illamola al resto de diputados del Congreso. "Esta ley no solucionará el problema de la vivienda", ha sentenciado la parlamentaria de Junts.

La invasión de competencias también ha sido lo que más ha molestado al PDeCAT. "Están convirtiendo una competencia exclusiva en una competencia compartida con el Estado", ha asegurado el portavoz de la formación, Ferran Bel. El parlamentario también ha denunciado que Madrid "diga qué finalidades tiene que tener la política de vivienda en Catalunya". Aunque por motivos diferentes, la CUP también ha votado en contra porque creen que se queda corta y "envía un mensaje de derrota". La diputada Mireia Vehí sospecha que "la ley es el caballo de Troya del PSOE para que el mercado siga gobernando el derecho a la vivienda" y ha remarcado que "no corrige el acaparamiento de propiedades". Aun así, ha querido enviar también "un mensaje de esperanza" asegurando que el mercado se puede regular y que "hay estudios que demuestran que la regulación ayuda a bajar los precios del alquiler.

PP y Vox se oponen a la ley de vivienda

A su vez, la derecha española —el PP y Vox— se ha descolgado de la ley denunciando que esta hace un favor a las ocupaciones. La diputada popular Ana María Zurita cree que "solo favorece a los okupas". "Están haciendo daño a los jóvenes, a las familias vulnerables, a los propietarios y a los que no pueden acceder a una vivienda," ha afirmado la diputada, que a la vez ha subrayado que "también vulnera el derecho a la libertad".