El FC. Barcelona ha dado un paso atrás y ha decidido no presentar una querella por delitos contra el honor contra el excomisario José Manuel Villarejo por las insinuaciones que hizo contra el presidente del club, Joan Laporta. La decisión del Barça es consecuencia del retroceso de Villarejo. El excomisario ha negado ante el juzgado que Laporta entregara información a la policía o a la justicia para incriminar lo que fue su sucesor en el club azulgrana, Sandro Rosell, a raíz de a las acciones legales empleadas por el Barça para obligarlo a rectificar. La semana pasada se celebró en el juzgado de paz de Boadilla del Monte, un acto de conciliación entre Villarejo y el Barça, que bajo la amenaza de una querella le exigió que se retractara de sus afirmaciones en RAC1 el pasado mes de septiembre, cuando insinuó que Laporta había dado información a la policía sobre el caso que llevó Rosell a la prisión.

Villarejo aportó un escrito al juzgado, en el cual ha tenido acceso la agencia EFE, en el que negaba cualquier insinuación que el actual presidente del Barça facilitara información para incriminar Rosell, una afirmación que el club interpreta como una "retractación". Sin embargo, el excomisario ha admitido que durante la entrevista afirmó que se utilizó el Barça para "hacer una serie de investigaciones que después pagaría el club", pero ha defendido que "nunca" vinculó este hecho con el ingreso en la prisión de Rosell. En todo caso, hay que recordar que a la salida de los juzgados, Villarejo aseguró en los micrófonos de El Món a RAC1 que no cambiaba ni una coma de su discurso, e incluso, afirmó que estaba dispuesto a reiterarlo ante un polígrafo.

Las acusaciones de Villarejo contra Laporta

El pasado 28 de septiembre, el excomisario Villarejo—miembro de la policía patriótica— e investigado por varias causas vinculó Laporta con la causa que llevó Sandro Rosell a la prisión. En un cara a cara con el presidente Artur Mas en RAC1, afirmó que "en el caso del señor Rosell, fue Laporta quien nos dio esta información (...), sí, gente del entorno del presidente, que lo había echado, creo recordar". Unas declaraciones que provocaron la reacción de Joan Laporta, que amenazó con querellarse contra él.

En su escrito enviado al juzgado, Villarejo mantiene "en su integridad" el contenido de su intervención, pero precisa: "por descontado, en el sentido que en verdad lo manifesté y no en la perversa interpretación que pretenden atribuirme gratuitamente". Aunque el comisario admite que en la entrevista dijo que, durante un tiempo, se utilizó al FC Barcelona "para hacer una serie de investigaciones que después pagara el club"—en referencia a los encargos en la agencia de detectives Método 3—, ha matizado que "nunca" vinculó este hecho al ingreso en la prisión de Rosell. "Es, por lo tanto, rigurosamente falso que yo dijera que el señor Laporta proporcionó información o documentación a autoridades policiales o judiciales sobre el señor Rosell, en el marco y contexto de la investigación que sufrió", ha remarcado al excomisario de la Policía Nacional.

Villarejo, pues, ha matizado que lo que dijo en esta entrevista, y mantiene en sede judicial, es que varias fuentes "señalaban al señor Rosell como elemento clave del independentismo", pero que él pudo comprobar que "no era cierto" y así lo hizo constar en sus notas de inteligencia, la última del año 2014. Al mismo tiempo, apuntaba que le resulta "estrambótico que Rosell diga en público que, aunque ha visto personalmente los informes que los detectives hicieron sobre él, se haya creído lo que le dijo el señor Laporta que él no sabía nada". Después de estas puntualizaciones, el excomisario reiteraba en su escrito que "no sería coherente rectificar" una cosa que nunca manifestó y ha aprovechado para denunciar que ha sido tres años de prisión preventiva "sin nada de respeto" a los suyos derechos más elementales.