La dirección del PSC ha delegado en la mano derecha de Àlex Pastor en el Ayuntamiento de Badalona, el portavoz del grupo municipal y concejal de Seguridad Rubén Guijarro, las primeras explicaciones sobre el caso de la detención y posterior dimisión de su alcalde. Ante las acusaciones de varios dirigentes políticos badaloneses, como los exalcaldes Xavier García Albiol y Dolors Sabater, que apuntan que todo el mundo de su entorno conocía los problemas con la bebida de Pastor, los socialistas niegan haber tenido constancia.

La única reacción oficial del partido fue la misma noche de los hechos, anteayer, en un breve comunicado a través del cual le expulsaban, sin que él mismo fuera informado porque estaba incomunicado en el calabozo. Horas después la onda expansiva empezaba a perjudicar al PSC, que según varias fuentes estaba al corriente de la adicción de su alcalde pero no habría hecho nada para apartarlo. El portavoz de los socialistas en Badalona ha expresado este jueves por la mañana su sorpresa por estas afirmaciones, en una entrevista en Rac1, y ha lamentado que se hable con tanta "ligereza".

Separación reciente

"¿Quién lo ha visto con síntomas evidentes de alcoholismo?", se ha preguntado Guijarro. "Yo no lo he visto nunca. Yo que lo conozco no tengo constancia de que tuviera problemas con la bebida", ha añadido.

El concejal del PSC ha explicado que sí que sabían que Pastor tenía problemas personales, en su vida privada. Se acababa de separar hacía relativamente poco, una situación a la que se añadía, ha dicho, "el estrés por el cargo". El cóctel estalló hace dos meses, en pleno temporal Glòria, y el alcalde tuvo que coger la baja. La explicación pública fue que tenía problemas coronarios.

El PSC aspira a mantener la alcaldía

Fuentes socialistas afirman que aún se están recuperando del golpe, pero avanzan que se ven legitimados para mantenerse en la alcaldía de la cuarta ciudad de Catalunya. En este sentido señalan que lo sucedido no tiene nada que ver con un problema de mala gestión en el Ayuntamiento y, por lo tanto, defienden que el proyecto del gobierno municipal que comparten con los comunes es plenamente vigente. Su problema es que están en minoría. 

A raíz de la dimisión de Pastor, habrá que convocar un nuevo pleno de investidura, previsto para el 12 de mayo, y elegir a un nuevo alcalde, que tendrá que conseguir 14 votos a favor. La operación no es para nada sencilla teniendo en cuenta el reparto de fuerzas en el consistorio. S no se alcanza ningún acuerdo, automáticamente sería investido el representante de la lista más votada en las últimas eleccions, en este caso, Xavier García Albiol. 

Tanto el líder del PP como la exalcaldesa de Guanyem Badalona, Dolors Sabater, han dado un paso hacia adelante y se han postulado para volver a la alcaldía. La única opción de Sabater pasa por convencer a los socialistas de que le den su apoyo, algo que no consiguió tras las elecciones del pasado mayo. Los socialistas se enrocaron a pesar de tener menos concejales que Guanyem. Ante el riesgo de que si no había pacto Albiol recuperara la vara de alcalde, Sabater claudicó y dio sus votos a Pastor.